Salmo 119:97-104 - La Palabra que enseña

"¡Cuánto amo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. Tus mandamientos me hacen más sabio que mis enemigos, porque son míos para siempre. Tengo más discernimiento que todos mis maestros, porque tus testimonios son mi meditación. Entiendo más que los ancianos, porque tus preceptos he guardado. De todo mal camino he refrenado mis pies, para guardar tu palabra. No me he desviado de tus ordenanzas, porque tú me has enseñado. ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! más que la miel a mi boca. De tus preceptos recibo entendimiento, por tanto aborrezco todo camino de mentira."

Estamos en un tiempo de la historia de nuestro país en el que después de haber pasado muchos años en los que los diferentes gobiernos han hecho sus propias reformas educativas que nos han llevado cada vez más a tener un sistema peor, ahora, por fin, parece que todos los partidos coinciden en algo, hay que hacer un plan educativo conjunto que permanezca por encima de cualquiera que sea el partido político que gobierne, es decir un plan nacional de educación. La educación es algo importante y básico, en ella no solo adquirimos conocimiento, sino que nos ayuda a ser mejores ciudadanos y a entender que hacer bien las cosas es beneficioso.

Pero si el conocimiento que aprendemos en la escuela es importante, cuanto más será importante adquirir el conocimiento divino, "¡cuánto amo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. Tus mandamientos me hacen más sabio que mis enemigos, porque son míos para siempre. Tengo más discernimiento que todos mis maestros, porque tus testimonios son mi meditación. Entiendo más que los ancianos, porque tus preceptos he guardado. De todo mal camino he refrenado mis pies, para guardar tu palabra. No me he desviado de tus ordenanzas, porque tú me has enseñado. ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! más que la miel a mi boca. De tus preceptos recibo entendimiento, por tanto aborrezco todo camino de mentira."

Meditar en la Biblia no es un consejo para el creyente es de imperiosa necesidad y obligación y nos reporta los siguientes beneficios:

- Meditar en la Biblia nos revela quien es Dios: Así es, el que quiera conocer a Dios no necesita ninguna experiencia mística, su carácter y naturaleza está reflejado en cada palabra escrita en la Biblia, nos muestra su santidad, su justicia, su amor, su poder, su eternidad, su inmutabilidad, su soberanía, etc. Dios se ha revelado por medio de su Palabra, y solo meditando en ella podemos llegar a tener un conocimiento amplio de quien es Él.

- Meditar en la Biblia nos hacer tener temor de Dios: Este es el principio de la sabiduría, el tener temor de Dios. Nadie puede ser sabio sin temer a Dios, y nadie puede temer a Dios si no le conoce. Dios es Grande y Poderoso, inigualable en gran manera, si quisiera podría destruir la tierra o hacer que nuestra vida acabase, pero nos preserva porque sigue siendo Misericordioso. Dios merece nuestra reverencia y la manera de comprenderlo es meditando en sus estatutos.

- Meditar en la Biblia nos revela nuestra maldad: La Biblia es el espejo de aumento que amplifica los defectos del corazón, al leerla y meditar en los mandamientos de Dios llegamos a una conclusión, somos malos y es imposible que hagamos el bien. La Biblia trae consciencia a nosotros de nuestro pecado y de que es imposible alcanzar a Dios, Él es Santo y nosotros malos y pecadores.

- Meditar en la Biblia nos enseña que hay una solución: Una solución llamada Jesucristo, la imagen del Dios invisible, alguien sin atractivo, alguien desechado de entre los hombre, la luz que fue rechazada pero que nos dio vida. Toda la Biblia desde el Génesis hasta el Apocalipsis nos muestra el plan de Dios como Jesucristo, toda la Biblia tiene un personaje llamado Jesús y solo leyendo la Biblia es posible comprenderlo y aceptarlo.

¿Podremos nosotros decir como el salmista, ¡Cuánto amamos tu ley!?

AP