"Jacob
se había enamorado de Raquel, y dijo: Te serviré siete años por Raquel, tu hija
menor… … Y sucedió que al anochecer tomó a su hija Lea y se la trajo y Jacob se
llegó a ella… …Cumple la semana nupcial de ésta, y te daremos también la otra
por el servicio que habrás de rendirme aún otros siete años.”
Todos hemos escuchado historias de amor
apasionantes y llenas de sentimientos que nos estremecen. Amores imposibles
como Romeo y Julieta, amores entre pobres y ricos como la cenicienta, historias
de jóvenes enamorados en el instituto como en Grease, amores en alta mar como
Titanic, todos tenemos nuestra favorita, cada persona sueña con vivir su
historia de amor que acabe con final feliz.
Jacob también vivió una bonita historia de amor
que se nos narra en el capítulo 29 de Génesis. "Jacob se había enamorado
de Raquel, y dijo: Te serviré siete años por Raquel, tu hija menor… … Y sucedió
que al anochecer tomó a su hija Lea y se la trajo y Jacob se llegó a ella… …Cumple
la semana nupcial de ésta, y te daremos también la otra por el servicio que
habrás de rendirme aún otros siete años.” Traicionado por su suegro Jacob tuvo que trabajar
14 años para su suegro para lograr la mujer que amaba.
Cuando el ser humano desea algo lucha hasta lo
máximo para lograrlo, pero cuando se trata de amor se llegan a hacer verdaderas
locuras. Jacob se sacrificó durante 14 años para que Raquel se convirtiera en
su mujer, y la Biblia nos habla de cómo un hombre debe amar a su esposa “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como
Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella.” Cristo marcó el
camino para que los matrimonios tuvieran éxito y en cuanto al hombre fue muy
claro. Amor sacrificial. Jesús fue el primero que demostró ese amor muriendo en
la cruz.
La falta de amor sacrificial es el principal
motivo de divorcios en nuestros días, el egoísmo marca las relaciones
matrimoniales donde la mujer mira por sí misma y el hombre por si mismo, se
busca primero satisfacer las necesidades del individuo y después del otro, pero
no es este el ejemplo que nos dejó Jesús, el hombre es el encargado de suplir
todas las necesidades que su mujer tiene, físicas, anímicas y espirituales,
esto significa que aunque el hombre no lo entienda, cuando llegue de trabajar
se dedicará a escuchar a su mujer y prestarle atención en lugar de sentarse a
ver el partido de fútbol, que le ayudará a hacer las tareas de casa para
después poder descansar juntos, que si únicamente tienen un filete de carne,
será para su mujer, no lo partirán en dos. Esto es amor sacrificial, lo mismo
que hizo Jesús por cada uno de nosotros, en la cruz nos dio sanidad, nos dio
consuelo y nos dio salvación. Él no tenía otra motivación que el amor.
Que Dios nos ayude a cada uno a mostrar este amor
sacrificial en los matrimonios, para de esta manera poder vivir en paz con la
persona con la que nos hemos unido.
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