"Llegue mi clamor ante ti, Señor; conforme a tu palabra dame
entendimiento. Llegue mi súplica delante de ti; líbrame conforme a tu palabra.
Profieran mis labios alabanzas, pues tú me enseñas tus estatutos. Que cante mi
lengua de tu palabra, porque todos tus mandamientos son justicia. Pronta esté
tu mano a socorrerme, porque tus preceptos he escogido. Anhelo tu salvación,
Señor, y tu ley es mi deleite. Viva mi alma para alabarte, y que tus ordenanzas
me ayuden. Me he descarriado como oveja perdida; busca a tu siervo, porque no
me olvido de tus mandamientos."
Una característica básica de
cualquier niño es la de pedir. Desde que nacen, nacen con el instinto de pedir,
piden atención llorando, piden comida llorando, piden ayuda llorando, piden
auxilio en sus dolores llorando, etc. Conforme crecen dejan de llorar y
comienzan a pedir de manera más natural, hablando, piden comida, piden irse a
dormir, piden dinero para comprar, piden chucherías, piden, piden y siguen
pidiendo. Y esto continuará hasta que seamos enterrados y nuestras vidas
acaben.
La Biblia misma nos enseña
cómo pedir y qué pedir, "llegue mi
clamor ante ti, Señor; conforme a tu palabra dame entendimiento. Llegue mi
súplica delante de ti; líbrame conforme a tu palabra. Profieran mis labios
alabanzas, pues tú me enseñas tus estatutos. Que cante mi lengua de tu palabra,
porque todos tus mandamientos son justicia. Pronta esté tu mano a socorrerme,
porque tus preceptos he escogido. Anhelo tu salvación, Señor, y tu ley es mi
deleite. Viva mi alma para alabarte, y que tus ordenanzas me ayuden. Me he
descarriado como oveja perdida; busca a tu siervo, porque no me olvido de tus
mandamientos."
El salmista nos ofrece los
motivos por los que debemos pedir.
- Debemos pedir entendimiento ante la Palabra. No sirve de nada
entender la Palabra de manera intelectual, ella nos enseña que debemos pedir
iluminación divina para entenderla.
- Debemos pedir libertad. Vivimos en un mundo que esclaviza con lo
material y que nos tienta de continuo, la Biblia nos enseña que debemos pedir a
Dios que nos libre de estas cosas.
- Debemos pedir auxilio. No siempre nos libramos de las
tentaciones, muchas veces caemos, y nos sentimos abatidos y destrozados,
metidos en un profundo hoyo, la Biblia nos enseña que Dios es el socorro en
nuestras necesidades.
- Debemos pedir conforme a la voluntad de Dios. Esto es lo más
importante sin duda, acercarnos a Dios rogando que nos muestre su voluntad para
que nuestras oraciones sean contestadas.
- Debemos pedir que nos devuelva al rebaño. Muchas veces somos como
ovejas perdidas que andan por su camino y se apartan del rebaño. Debemos rogar
a Dios que nos recoja cuando nos perdemos y no nos permita abandonar el camino.
AP
Amén, Señor obra en cada área de nuestras vidas, que tú espíritu nos vivifique, haz mi carácter más como el tuyo....en el nombre de Cristo Jesús.. amén amén
ResponderEliminarHermoso mensaje
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