"Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Jacobo, a los llamados,
amados en Dios Padre y guardados para Jesucristo: Misericordia, paz y amor os
sean multiplicados. Amados, por el gran empeño que tenía en escribiros acerca
de nuestra común salvación, he sentido la necesidad de escribiros exhortándoos
a contender ardientemente por la fe que de una vez para siempre fue entregada a
los santos. Pues algunos hombres se han infiltrado encubiertamente, los cuales
desde mucho antes estaban marcados para esta condenación, impíos que convierten
la gracia de nuestro Dios en libertinaje, y niegan a nuestro único Soberano y
Señor, Jesucristo."
Recuerdo que cuando era niño
me contaban el cuento del lobo y los corderitos. Estos corderitos su madre les
dejaba solo en casa y le avisaba de que había un lobo que quería comérselas y
cuando la madre se marchó así fue, apareció el lobo, llamando a la puerta y
pidiendo que abrieran. En sus primeros intentos no lo consiguió, hasta que
consiguió convencerlas de que era una oveja disfrazándose y ellas abrieron la
puerta y el lobo se las comió. La enseñanza era muy sencilla, si abres la
puerta y tus padres no están en casa te comerá el lobo.
Judas quiere llamarnos la
atención sobre lo mismo y nos dice, cuidado a quien escuchas y a quien sigues,
estate atento para ver a quien abres tu corazón: "Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Jacobo, a los llamados,
amados en Dios Padre y guardados para Jesucristo: Misericordia, paz y amor os
sean multiplicados. Amados, por el gran empeño que tenía en escribiros acerca
de nuestra común salvación, he sentido la necesidad de escribiros exhortándoos
a contender ardientemente por la fe que de una vez para siempre fue entregada a
los santos. Pues algunos hombres se han infiltrado encubiertamente, los cuales
desde mucho antes estaban marcados para esta condenación, impíos que convierten
la gracia de nuestro Dios en libertinaje, y niegan a nuestro único Soberano y
Señor, Jesucristo."
En este tiempo de libertad tan
grande, como no, ha llegado este estilo a la iglesia, de manera que no es de
extrañar ver tantas y tantas iglesias con doctrinas equivocadas, que creyendo
seguir a Dios no hacen más que seguir a otros hombres y sus mentiras. Hombres a
los que se les han aparecido ángeles, que han recibido nuevas revelaciones, que
centran sus enseñanzas más en lo importante que es el ser humano para Dios en
lugar de la centralidad de Cristo y su obra en la cruz. La Biblia al respecto
es muy clara, Pablo escribe "'me
maravillo de que tan pronto hayáis abandonado al que os llamó por la gracia de
Cristo, para seguir un evangelio diferente; que en realidad no es otro
evangelio, sólo que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el
evangelio de Cristo. Pero si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anunciara
otro evangelio contrario al que os hemos anunciado, sea anatema. Como hemos
dicho antes, también repito ahora: Si alguno os anuncia un evangelio contrario
al que recibisteis, sea anatema."
¡Cuidado! ¿Estas dejando tu
alma en manos de las personas correctas? ¿Estás confiando en Dios o estás
confiando en hombres usados por Satanás? No todo el que se dice siervo de
Cristo es siervo de Él, sino aquel que predica la verdad, habla de la cruz,
habla de la redención por gracia y pone a Cristo como centro de todas las
cosas. Que peligroso es leer o escuchar a mi aquellos que intentan alegrar
nuestros oídos, a aquellos que prometen cosas inciertas, a aquellos que parecen
haber tenido revelaciones maravillosas, pero no olvidemos que Satanás es el rey
de la imitación y a michos ha engañado a lo largo de la historia. Lee la
Biblia, estúdiala, conforta tu corazón y huye de aquellos que predican un
evangelio diferente, huye de ellos porque no son más que instrumentos del
maligno.
AP
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