Genesis 2 - El mejor invento de la historia


“Entonces el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz el aliento de vida; y fue el hombre un ser viviente”

No has visto precisión en la tecnología hasta que has visto como se crea un reloj. Su fabricación se compone de una serie de procesos muy complejos que requieren capacidades excepcionales, incluso cuando desde el siglo XVII se impuso la división de tareas y aparecieron los especialistas en los diferentes procesos, la minuciosidad necesaria para que el reloj funcione a la perfección requiere de una capacidad que solo ciertas personas poseen.

Génesis 2 nos enseña la perfección llevada al máximo exponente, sin capacidad de error. El maestro relojero requiere de destreza y habilidad, cualquier invento hecho por el hombre puede producir sensaciones, emociones, cambios en la persona que lo adquiere pero el invento de Dios produjo algo inigualable “Entonces el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz el aliento de vida; y fue el hombre un ser viviente”. El  mayor y más perfecto invento de la historia es sin ninguna duda el ser humano.

No importa lo bueno que sea el profesional, nunca logrará que su invento pueda pensar, sentir, amar; podrá imitar, prepararlo para reaccionar ante ciertas circunstancias, pero ninguna maquina podrá igualar la complejidad y perfección del ser humano. Cualquier maquina reaccionará igual a otra del mismo modelo, pero nunca 2 seres humanos serán completamente iguales, Dios es el único capaz de soplar y dar vida.

¡Qué increíble ser creado por el mejor inventor del mundo! Pero no solo eso, sino que el diseño estaba creado desde antes de llegar a este mundo: “A ti fui entregado desde mi nacimiento; desde el vientre de mi madre tú eres mi Dios.” No eres uno más en el mundo, fuiste diseñado personalmente por Dios, tu físico, tu carácter, tus sentimientos, tus reacciones, todo estaba pensado antes de que naciésemos, el pecado nos corrompió y quebró la perfección, pero ahora tenemos un objetivo “Puestos los ojos en Jesús el autor y consumador de nuestra fe”. Este es nuestro propósito, el objetivo de los mejores inventos de la historia.

Comentarios