"Entonces ella se
quitó sus ropas de viuda y se cubrió con un velo, se envolvió bien y se sentó a
la entrada de Enaim… …Cuando la vio Judá, pensó que era una ramera, pues se
había cubierto el rostro… Y ella dijo: ¿Qué me darás por estar contigo?... …Y
ella dijo: Tu sello, tu cordón y el báculo que tienes en la mano… …Y sucedió
que como a los tres meses, informaron a Judá, diciendo: Tu nuera Tamar ha
fornicado. Entonces Judá dijo: Sacadla y que sea quemada. Y cuando la sacaban
envió decir a su suegro: Del hombre a quien pertenecen estas cosas estoy
encinta… … Judá los reconoció y dijo: Ella es más justa que yo, por cuanto yo
no la di por mujer a mi hijo Sela."
En España hay un deporte que
destaca por encima de los demás, un deporte que practican, jóvenes, adultos y
ancianos, hombres y mujeres, un deporte con más seguidores que el fútbol. Este
deporte ha creado programas de televisión los cuales son los que más audiencia
tienen, el deporte número 1 de este país es la crítica y juzgar a los demás. Tenemos
programas como Salvame, tertulias políticas, deportivas o del corazón. Se
llenan horas y horas de televisión y radio, miles de hojas de revistas, periódicos
y páginas webs, con un único propósito criticar y juzgar a los demás, y seamos
sinceros, en mayor o menor medida a todos nos gusta.
Judá era un hombre justo, y no
tardó en demostrarlo al enterarse que su nuera estaba embarazada sin tener
marido. "Entonces ella se quitó sus
ropas de viuda y se cubrió con un velo, se envolvió bien y se sentó a la
entrada de Enaim… …Cuando la vio Judá, pensó que era una ramera, pues se había
cubierto el rostro… Y ella dijo: ¿Qué me darás por estar contigo?... …Y ella
dijo: Tu sello, tu cordón y el báculo que tienes en la mano… …Y sucedió que
como a los tres meses, informaron a Judá, diciendo: Tu nuera Tamar ha
fornicado. Entonces Judá dijo: Sacadla y que sea quemada. Y cuando la sacaban
envió decir a su suegro: Del hombre a quien pertenecen estas cosas estoy
encinta… … Judá los reconoció y dijo: Ella es más justa que yo, por cuanto yo
no la di por mujer a mi hijo Sela." La reacción de Judá era correcta
en su tiempo, estaba en su derecho, ya que su nuera había fornicado, pero se le
debió quedar cara de tonto al verse involucrado en la situación.
Rápidamente creo que todos
podemos vernos identificados, cada persona que existe ha criticado algo que
finalmente ha acabado realizando y que después se ha podido ver señalado. ¡Qué
fácil es juzgar a los demás y que difícil dejar que nos juzguen! A ninguno nos
gusta ser juzgados, pero no tardamos mucho en juzgar y condenar las actitudes y
errores de los demás. Jesús conocía esta parte de nuestra naturaleza y ante
esto dio una advertencia “no juzguéis para
que no seáis juzgados. Porque con el juicio que juzguéis, seréis juzgados; y
con la medida con que midáis, se os medirá.”
¿Cuál es la medida de la vara con
la que mides a los demás? ¿Estás preparado para ser medido con la misma vara? A
veces estamos tan preocupados por los hechos de los demás que no vemos los
nuestros propios, tan preocupados por juzgar y condenar a los demás por sus
actos, que descuidamos los nuestros. Esto se llama legalismo, un legalismo en
el que nos gusta vivir, y que entonces nos convertimos en asesinos de la
gracia. Aceptamos la gracia de Dios para nosotros, pero imponemos todo el peso
de la ley en los que nos rodean. Vivimos a veces desordenadamente pero no
permitimos que los demás se desvíen un milímetro sin que el peso de la ley y de
nuestro juicio caiga sobre los demás.
La gracia de Dios nos ha
alcanzado y gracias a eso, aun con nuestros pecado podemos ir delante de Dios,
de igual manera que Dios ha tenido gracia y misericordia de nosotros, no somos
nadie para juzgar a los demás, esto es la gracia, no me refiero a hacer lo que
cada uno quiera y no pasa nada, pero si a no juzgar a los demás, a orar por
quien ves que se desvía, por tratar de ayudarle sin condenarle. Hoy es un buen
día para dejar el legalismo y empezar a vivir en la gracia y la misericordia de
Dios.
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