"Entonces ella lo asió de la ropa, diciendo: ¡Acuéstate conmigo! Mas
él le dejó su ropa en la mano, y salió huyendo afuera”
La verdad es que es increíble la
cantidad de tentaciones que tenemos en nuestros días y la facilidad de acceso a
ellas e incluso ocultarlas. Un ejemplo de esto es una noticia que hace no mucho
apareció en la radio, habían creado una página web que ofrecía la posibilidad
de adulterar, (bueno, según ellos tener una aventura) sin que tu marido y tu
mujer lo supieran, con total discreción
y sobretodo, por supuesto disfrute. Si adulterar hoy en día, algo que incluso
aquellos que no son hijos de Dios ven horrible, es tan sencillo, cuanto mas no
lo será dar rienda suelta a esos caprichitos de placer que están en nuestros
corazones y que tantas veces se nos ponen en frente, sexo, comida, desfase,
tabaco, drogas, horas y horas de televisión, horas y más horas de telebasura.
José había sido vendido por sus
hermanos y va a parar como sirviente a la casa de Potifar, aquí sufre un
pequeño problema, la mujer de Potifar va a hacer lo imposible por acostarse con
él. "Entonces ella lo asió de la
ropa, diciendo: ¡Acuéstate conmigo! Mas él le dejó su ropa en la mano, y salió
huyendo a fuera." La vida de José se iba a complicar bastante, pero su
reacción ante la tentación de acostarse con la mujer de su amo fue sin duda un
gran acierto.
José tomó una decisión de los más
acertada salir corriendo, y esta es sin duda la más difícil de tomar. Veamos
algunas opciones que nos da la Biblia para tratar con la tentación:
-
Salir
corriendo. Sin ninguna duda la opción más efectiva es salir corriendo, irse
de donde está la tentación, cuando está delante es fácil caer, pero si cuando
llega la tentación te marchas sin ninguna duda lograremos una victoria.
- Conociendo
la Biblia. Jesús fue tentado por
Satanás tras cuarenta días de ayuno, su conocimiento de la Biblia fue la clave
de su éxito, fue la roca a la que se aferró. ¡Qué importante es conocerla para
poder afrontar las tentaciones sin la necesidad de correr!
- Velando y
orando. Hay otra opción, la cual
Jesús se la dio a sus discípulos en Getsemaní “Velad y orad para que no entréis en tentación” ¡Qué importante es
la oración para permanecer firmes, pero más aún velar para cuando llega la
tentación! Una vida de oración y atención será una vida de victoria ante la
tentación..
Sin ninguna duda la tentación es una realidad en
nuestras vidas, algo que está ahí cada día, pero algo bueno en realidad es que “no
os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que
no os dejará ser tentados más de lo que podáis resistir, sino que dará también
juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.” ¡Qué
alivio debe causarnos saber que Dios nos dará la salida a la tentación, por eso
debemos orar como Jesús nos enseñó en el Padre Nuestro “no nos metas en tentación más líbranos del mal”, porque todo esto
tiene una recompensa “Bienaventurado el varón
que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la
corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.” ¡Resiste la
tentación! pero si ves que vas a caer, correr no es de cobardes, correr es de
sabios.
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