Marcos 1:16-20 - ¿Tú qué pescas?

"Y Jesús les dijo: Seguidme, y yo haré que seáis pescadores de hombres. Y dejando al instante las redes, le siguieron."

Nuestros trabajos nos definen en muchos sentidos y nos van perfilando según lo que somos y el trato que recibimos en ellos, además crean en nosotros aptitudes y actitudes necesarias para desarrollar nuestra carrera laboral, de esta manera un simple aprendiz de herrero con la práctica y el paso del tiempo se puede convertir en un maestro herrero que forme a otros aprendices que cuando lleguen a maestros incluso les superen. Pero no solamente el paso del tiempo es necesario para que se produzca esta mejora. Sin ninguna duda la actitud con la que se trabaja, el esfuerzo de superación y la búsqueda de la mejora continua son factores imprescindibles para hacer del aprendiz un maestro, un genio en su desempeño. La búsqueda de nuevas técnicas y el amor a su trabajo pueden ser el factor determinante de alguien que simplemente se dedica a lo suyo o de alguien que es el mejor.

En la época que Jesús vivió no había tantos trabajos como ahora, aunque muchos de los que hoy existen ya existían en aquellos tiempos, la tecnología ha avanzado, pero hay trabajos antiguos que siguen existiendo a día de hoy y así seguirá siendo. El maestro estaba buscando aprendices para estar con Él tres años "y Jesús les dijo: Seguidme, y yo os haré que seáis pescadores de hombres. Y dejando las redes, le siguieron." ¡Qué maestro no querría trabajadores así! Una llamada y dejan todo para seguirle y convertirse en aprendices, estaban cambiando el objetivo, iban a seguir siendo pescadores solo que su propósito ya no eran los peces del mar, sino las personas del mundo. ¡Nosotros también hemos sido llamados a ser pescadores de hombres! Hay tres características que todo pescador de hombres debe aprender para poder ser bueno en su trabajo.

-       Amor en su trabajo: El ser pescador de hombres no es un trabajo sencillo, es más, me atrevería a decir que es un trabajo que no nos gusta, pero únicamente será efectivo si en nosotros hay amor hacia los peces, hacia las personas que se pierden. ¿Quieres ser un buen pescador de hombres? Debes amar a aquellos que te rodean, incluso a los que no conoces, eso te hará poner un mayor empeño en el evangelismo.

-       Mejora continua: Nadie puede ser bueno en su trabajo si no mejora continuamente, si no hay una formación detrás, si no hay un esfuerzo de superarse. Aquel que se deja llevar no llegará a nada. Ser pescador de hombres significa una mejora continua, para lograrla hay que adquirir nuevas técnicas. Jesús no es un producto al que tenemos que vender, no hay que ser un buen comercial, pero sí que es cierto que la manera de presentarlo por nuestra parte lo hará más o menos atractivo, usar materiales, ilustraciones, harán que a aquellos a quienes le hablamos les llame más la atención. Y otra cosa a tener en cuenta que la mejora continua solamente es posible con la práctica, debemos predicar el evangelio, es la única manera de llegar a mejorar.

-       Pasar tiempo con el maestro: Esta es la tercera y la más importante, la única forma de lograr algo de éxito es pasar tiempo con el Maestro. Oración y lectura de la Biblia, no hay otra fórmula. Si quieres ser un buen pescador de hombres debes pasar tiempo con el Maestro. La dedicación de tu tiempo es vital para llegar a algún sitio. Deja que sea Dios quien te enseñe a evangelizar.

Hay un reto delante de nosotros y una pregunta. ¿Qué estas pescando tú? ¿Cuál es tu objetivo en la vida? ¿Quieres acumular cosas materiales o quieres acumular almas para Cristo? El sembrador salió a sembrar y tiro la semilla, el pescador salió a pescar y tiro la red, ¿qué vas a hacer tu hoy?

AP

Comentarios