Marcos 2:1-12 - Verdadera amistad


"Entonces vinieron a traerle un paralitico llevado entre cuatro. Y como no pudieron acercarse a Él a causa de la multitud, levantaron el techo encima de donde Él estaba; y cuando habían hecho una abertura, bajaron la camilla en que yacía el paralitico."

El cine nos ha ofrecido grandes historias de amistad al igual que la literatura o la televisión. Películas como Toy Story, Cadena Perpetua o Intocable entre otras, muestran la importancia de la amistad para el ser humano. Es algo básico, algo necesario. La amistad es algo difícil de conseguir y más difícil de conservar. Se cuenta de dos amigos que iban caminando por el desierto cuando discutieron, Tras la discusión uno de ellos escribió en la arena "Mi mejor amigo me golpeó en la cara". Tras seguir su camino llegaron a un oasis y el que fue golpeado al bañarse sea ahogaba, y su amigo rápidamente fue en su rescate. Este al salir escribió en una piedra, "Mi mejor amigo salvó mi vida". Al ver esto, el que le había golpeado y salvado la vida le pregunto: ¿Por qué escribiste que te golpee en la arena y en cambio que te he salvado en una roca? Su amigo le contestó. Porque cuando un amigo te hace algo que te duele lo escribes en la arena, la cual el tiempo y el perdón acabará borrándolo, en cambio cuando te hace algo bueno lo escribes en la roca, donde el paso del tiempo no hará que desaparezca.

¡Qué bonita es la amistad y qué difícil es vivirla! Jesús estaba predicando y se encuentra con una bonita historia de amistad. "Entonces vinieron a traerle un paralítico llevado entre cuatro. Y como no pudieron acercarse a Él a causa de la multitud, levantaron el techo encima de donde Él estaba; y cuando habían hecho una abertura, bajaron la camilla en que yacía el paralitico.” ¡Esto sí que es amistad! No hubo impedimento demasiado grande para llevar a su amigo a su destino.

Estos cuatro nos muestran la fe en acción, la amistad por encima de las circunstancias, el amor por encima de las dificultades. Era difícil, llevar a su amigo ante Jesús, pero no se frenaron, se buscaron una alternativa y lograron su objetivo. Sabían a quien se iban a encontrar, sabían que este Jesús podía sanar a su amigo. ¿Porque no somos nosotros como ellos? ¿Qué estarías dispuesto a hacer por uno de tus amigos? Probablemente pienses y digas que cualquier cosa, y probablemente en un momento de gran necesidad lo harías, pero, ¿Qué pasa con el día a día? Estos cuatro llevaron a su amigo ante Jesús, sabían que era su esperanza. ¿Haces tú lo mismo?


Es curioso como en nuestras oraciones pasamos muchos minutos pidiendo por nuestras necesidades, pero demasiado pocos pidiendo por la de los demás. Nuestras oraciones muestran nuestro grado de amistad con otros. La Biblia es clara en cuanto a pedir por los demás. Cuando oramos por otros abrimos un hueco en el tejado y lo llevamos ante Jesús, cuando oramos por otros demostramos verdadera amistad “Orad unos por otros para que seáis sanados” no hay nada más claro que esto, y aún por encima de esto hay una amistad mayor, “Cristo Jesús es el que murió, sí, más aún, el que resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.” ¡Jesús mismo ora por nosotros al Padre, como no oraremos nosotros por los demás! Acuérdate de ellos en tus oraciones hoy sabiendo que Jesús mismo esta intercediendo por ti.

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