Marcos 2:13-17 - ¿Dónde estas sentado?


"Al ver los escribas de los fariseos que Él comía con pecadores y recaudadores de impuestos, decían a sus discípulos: ¿Por qué Él come y bebe con recaudadores de impuestos y pecadores? Al oír esto, Jesús les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos; no he venido a llamar a justos, sino a pecadores."

La palabra popularidad significa aceptación y aplauso que alguien tiene en el pueblo. Por supuesto por pueblo no debemos entender únicamente una ciudad, sino que cualquier grupo de personas, como por ejemplo una clase, un grupo de trabajo, un grupo de amigos o una iglesia, esto es un pueblo, mayor o menor, pero igualmente lo es, al fin y al cabo no es más que un grupo de personas, y la popularidad no es más que una aceptación y aplauso por parte de los otros miembros del grupo.

Jesús gozaba de gran popularidad entre el pueblo, ¿Quién no sería famoso sanando enfermedades, echando fuera demonios, enseñando religión real, dando de comer? Cualquiera que hiciese esto hoy en día tendría una gran popularidad. Pero estaba cortando el grifo de los fariseos, entonces como de costumbre decidieron atacar “Al ver los escribas de los fariseos que Él comía con pecadores y recaudadores de impuestos, decían a sus discípulos: ¿Por qué Él come y bebe con recaudadores de impuestos y pecadores? Al oír esto, Jesús les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos; no he venido a llamar a justos, sino a pecadores." Lo mejor de Jesús es que cuando recibía ataques, sus contraataques eran aun más fuertes. Los escribas y fariseos tuvieron que callar.

Sin ninguna duda, hoy en día si Jesús se juntara con estos a comer, no creo que fuese muy bien visto por la iglesia, es más  probablemente reaccionaríamos igual que los escribas y fariseos y le atacaríamos. Quizá rápidamente pienses que esto no es así, pero ¿no somos rápidos juzgando cuando vemos a otros creyentes en sitios que aparentemente no deberían estar? Mientras aplicamos la gracia a nuestra vida, imponemos la ley y el legalismo a otros, exigimos lo que no estamos dispuestos a dar pero sí que lo den los demás.

El problema es que hemos olvidado lo que recibimos, éramos enfermos y el doctor nos visitó nos curó y nos dio la medicina, pero sin darnos cuenta dejamos de juntarnos con enfermos para juntarnos con “sanos” aparentemente. Jesús sanó nuestra enfermedad ¡Qué afortunados! Y lo mejor de todo, sin tener que pagar, pero solo nos pidió una cosa, ves a los enfermos y dales medicina para que se sanen. En cambio nosotros montamos iglesias, las cuales son buenas, pero las hemos convertido en bunker, donde en lugar de salir nosotros a dar medicina, pedimos que los enfermos vengan a buscarla. Nos hemos aislado. Pero nuestra misión es juntarnos con aquellos que no creen, vivir con ellos pero no practicar lo que ellos practican, andar con ellos, pero no desviarse por donde ellos se desvían. Siéntate hoy con los pecadores, vive con ellos y marca la diferencia. Ruega a Dios que te ayude a vivir una vida diferente fuera de la religión de iglesia y dentro de la religión diaria. Esta es la medicina que uso Jesús, que Dios nos ayude a ser capaces de usarla nosotros también.


AP

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