Marcos 4:1-20 - ¿Qué semilla siembras?


En los campos de cultivo hay muchos condicionantes que pueden hacer que una plantación sea fructífera, el tipo de semilla, la tierra, el agua, los abonos, el frío, el calor, para intentar optimizar esto al máximo se crearon los invernaderos, con la misión de simular un ambiente falso y producir alimento fuera de la época habitual.

Jesús, quiso explicarles a sus discípulos la importancia de evangelizas y lo hizo por medio de una conocida parábola: "¡Oíd! He aquí el sembrado salió a sembrar" Jesús explica a sus discípulos el significada de la semilla como la palabra de Dios, y los distintos tipos de tierra en la que cae y el motivo por el que no crece. Claramente Jesús quiere poner el énfasis en la tierra donde cae la semilla, pero porque no le damos una vuelta, ¿Por qué no miramos la semilla que lanzamos? En nuestro tiempo hay una advertencia que Pablo dio a una iglesia de su tiempo: “Me maravillo de que tan pronto hayáis abandonado al que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente; que en realidad no es otro evangelio, sólo que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio.” ¿Existen falsos evangelios hoy en día? Sin ninguna duda, y algunos incluso los predicamos al evangelizar. Esto es lo que pasa con las semillas.

-     Los que están junto al camino, son los que cuando oyen, al instante Satanás se lleva la palabra sembrada. Esta semilla es una semilla fácilmente olvidable, una semilla que no tiene fuerza para crecer, un evangelio simple y falso, en el que no se habla de arrepentimiento, solo de amor, en el que no se necesita cambio, solo aceptar amor. Esta rápidamente se la lleva Satanás, ya que la tierra en realidad no ha recibido una verdadera semilla.

-     Los que se sembró entre piedras, la reciben con gozo, pero es temporal, cuando viene la persecución o la aflicción tropiezan y caen. Aquí tenemos el evangelio de “esto es muy divertido” o “tus problemas se van a resolver”. Por supuesto Jesús es la solución a todos nuestros problemas, pero a su manera, no a nuestra manera. ¡Cuántos han pasados por las iglesias y como han entrado se han ido! Les prometieron una lámpara mágica y llegó la aflicción y salieron corriendo. El evangelio no es resolución de problemas aunque Cristo pueda serlo. El evangelio basado en esto acaba ahogado cuando los problemas hacen que no se cumpla lo prometido.

-       Los que se sembró entre espinos, han oído la palabra pero las preocupaciones del mundo, las riquezas ahogan la semilla. Este es el evangelio de la prosperidad, si vienes a Cristo todo irá bien, Dios te prosperará económicamente. Por supuesto Dios es nuestro sustento, pero Dios no ha prometido riquezas, todo lo contrario “buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todo los demás vendrá por añadidura”. Esta es la realidad, el evangelio de todo te irá bien muere cuando las cosas dejan de ir como nosotros queremos. Es otro falso evangelio.

-      Los últimos la semilla cae en buena tierra, aceptan la palabra y dan fruto. Este es el verdadero evangelio, los anteriores aunque puedan llegar a funcionar desde un principio no dan fruto, este si, ¡y mucho! Es el evangelio de la gracia, el evangelio que nos lleva al arrepentimiento, el que se aleja de los méritos para llegar al cielo y únicamente se centra en el sacrificio de Cristo, el arrepentimiento del pecador y la resurrección del Hijo de Dios. Es el que habla del infierno para el que no cree, el que no busca hacerlo atractivo, sino que lo vive para que se vea lo bueno que es.

¿Qué semilla estamos sembrando? Aquella que los demás quieren oír y que lleva a la muerte o por el contrario aquella que lleva al arrepentimiento y da fruto cuando cae en buena tierra.

AP

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