Marcos 4:21-24 - ¡Brilla!



Vivimos en el tiempo de la electricidad, hoy en día nos sería imposible vivir sin ella, nos entretiene, nos da de comer, nos calienta en invierno y nos refresca en verano, nos alumbra en la oscuridad y nos ofrece tantos beneficios que se ha hecho imposible vivir sin ella. Un apagón eléctrico hoy en día sería el fin del mundo tal y como lo conocemos, produciría un cambio radical en la manera de vivir e incluso de desarrollarnos. Entre las cosas más importantes que produce la electricidad pondría la iluminación, en realidad la iluminación no es un invento del hombre, el sol fue inventado y diseñado a la perfección por Dios, la mejor luz que podemos recibir.

Tras Jesús hablarle a sus discípulos en parábolas decidió que era hora de impulsarles a compartir con otros esas parábolas: "Y les decía: ¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de un almud o debajo de la cama? ¿No es para ponerla en el candelero?" Jesús estaba retando a sus discípulos, hasta ahora les había ofrecido una pequeña luz, en cambio ahora les retaba a quitar la luz de debajo de la cama y ponerla en el candelero.

Nosotros, aquellos que somos hijos de Dios, hemos recibido una luz, y vivimos en un mundo totalmente oscuro espiritualmente hablando, un mundo donde únicamente nos rodean las tinieblas. “Dios es luz, y en Él no hay tiniebla alguna. Si decimos que tenemos comunión con Él, pero andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad”. Si andamos en la luz, reflejaremos luz, pero si andamos en tinieblas no reflejaremos nada. ¿Dónde estás andando? ¿Estás alumbrando? Es una pena ver a tantos llamados cristianos que no alumbran y están apagados, se ponen en el candelero, hablan acerca de Dios, pero en realidad mienten y andan en tinieblas.

Esto no debiera ser así nunca, si tenemos a Dios tenemos la luz, y si tenemos la luz, debemos alumbrar, debemos reflejar a Cristo. Pedro quiso negar a Cristo, pero aún intentándolo su luz lo delataba “y un poco después se acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro: Seguro que tú también eres uno de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre.” ¡A Pedro le delató su luz! El que es hijo de Dios brilla porque tiene la luz, pero si lo eres y no estás brillando hay un consejo para ti: “¡Despierta, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo!” Empieza a alumbrar, no te escondas más debajo de la cama, deja que Cristo te alumbre y llevarás su luz hoy.


AP

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