Marcos 6:45-56 - Mentes limitadas

"Y subió con ellos a la barca, y el viento se calmó; y ellos estaban asombrados en gran manera, porque no habían entendido lo de los panes, sino que su mente estaba embotada."

En estos días estoy leyendo un libro que me regalaron y que se llama “Los Simpsons y la filosofía”, quién me lo regaló sabe que me encanta esa serie de animación y que sin duda podía ser un gran regalo. Lo cogí con ganas, quería leer acerca de Homer, Marge, Lisa, Bart o Maggie, esperaba encontrarme por supuesto algo de Ralph Wiggun, mi personaje preferido, pero al empezar a leer y tras unas 130 páginas el libro habla más acerca de Sócrates, Nietsche, Aristóteles o Descartes que sobre mis personajes preferidos de ficción. Esto no me ha acobardado y he seguido leyendo, pero debo reconocer que cuando el libro habla de filosofía, la cual era la asignatura que más odiaba en bachillerato, mi mente se embota, no entiendo nada, y solo me queda seguir leyendo con la esperanza que aparezca algún personaje amarillo del cual pueda leer alguna de sus frases clásicas. Con todo el libro es interesante y muestra como cada personaje se relaciona en mayor o menor medida con los pensamientos filosóficos que ha habido a lo largo de la historia.

Encontrarnos ante algo que no comprendemos, como en mi caso la filosofía, es algo molesto, es algo que nos incomoda, que nos hace sentir torpes, que nos hace parecer tontos. Los discípulos no eran una excepción: "Y subió con ellos a la barca, y el viento se calmó; y ellos estaban asombrados en gran manera, porque no habían entendido lo de los panes, sino que su mente estaba embotada." Los discípulos habían visto y vivido como de unos panecillos y unos pececillos había comido más de 5000 personas, lo vieron, lo creyeron, fueron partícipes, pero no lo entendieron, sus mentes se saturaron, se bloquearon, se embotaron.

¿Te has sentido alguna vez igual que ellos? Puede que hayas visto el poder de Dios actuar y que simplemente no lo entiendas.  Las cosas de Dios no son cosas sencillas, es cierto que hay muchas que si, la salvación es sencilla, solamente cree que Jesús es Dios, que se hizo un hombre, murió en la cruz por tus pecados, resucitó al tercer día y fue ascendido a los cielos, si esto lo crees en tu corazón y lo confiesas serás salvo. Tan sencillo que es igual de fácil de rechazar por tantos hombres y mujeres a lo largo de la historia. Pero hay otras que no lo son tanto, como la trinidad, como la soberanía de Dios, cosas que nuestra mente es limitada y no llega a entender.

Piensa por un momento en la eternidad, cuando intento comprenderla me pasa como a los discípulos, mi mente se embota y me acaba doliendo literalmente la cabeza. Hay cosas que han sido rebeladas para que el hombre las entienda, pero hay otras que no. Nuestra función es estudiar la Biblia en busca de entender esas cosas complejas, debemos tener inquietud por hacerlas, en la Biblia encontraremos la respuesta a casi todas, para las que no encontremos, simplemente créelas por fe, ¿acaso no es la fe el medio que Dios usa para que su gracia se haga manifiesta? Estudiemos la Biblia, sabiendo como dice Pedro sobre Pablo “asimismo en todas sus cartas habla en ellas de esto; en las cuales hay algunas cosas difíciles de entender”. No dejes que el embotamiento al leer la Biblia te aparte de la comunión con Dios como ha pasado con muchos, si algo no lo entiendes tómalo por fe, hay ciertas cosas que simplemente no nos han sido rebeladas todavía.


AP

Comentarios