Marcos: 14:32-52 - ¿Quién manda aquí?


“Y decía: ¡Abba, Padre! Para ti todas las cosas son posibles; aparta de mí esta copa, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que tú quieras.“

Jesús oraba y clamaba “y decía: ¡Abba, Padre! Para ti todas las cosas son posibles; aparta de mí esta copa, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que tú quieras.” Un clamor desde el profundo del corazón de un hijo, “por favor, no me hagas pasar por esto”. Si hablamos en términos humanos sin duda el corazón del Padre se rompería en pedazos al enviar a su Hijo a la muerte y a la separación con Él.

Jesús no temía los azotes, no temía los insultos, no temía tener que cargar una cruz por el camino, no temía ser perforado con clavos, no había miedo en ser atravesado con una lanza, ni escuchar mofas. Jesús temía apartarse de su Padre. Jesús en el huerto sentía que no le apetecía morir por los suyos, no tenía ganas de todo esto, no había un sentimiento que lo respaldara y así se lo expresó a su Padre; puede parecer que en realidad es una derrota, Jesús se quería rendir, pero dejó claro quien llevaba el timón, “que no sea lo que yo quiero, sino lo que tú quieras.”

¡Qué gran lección tenemos aquí! Cuantas veces nosotros rompemos nuestra relación con Dios porque no nos apetece orar o leer, no predicamos porque hoy no sentimos de predicar, y dejamos que nuestros sentimientos sean los dueños y señores de nuestras vidas. No hay nada malo en no sentir de orar o leer la Biblia, o de no sentirlo, es parte de nuestra naturaleza pecaminosa, pero la victoria esta cuando sintiéndonos así le decimos al Padre, que sea lo que tu quieras y vencemos a nuestro sentimiento y adoramos y nos relacionamos con nuestro Padre.

Los sentimientos son veletas que giran al ritmo del viento y según de donde sople los llevan a un sitio o a otro. Nuestra vida debe tener un señor, y no es otro que el Dios de los cielos, no dejes que tus sentimientos de gobiernen, sino que cuando no sientas de hacer algo para Dios, clama al Padre y dile “no siento de hacerlo, pero que no sea lo que yo quiero, sino lo que tú quieras.” Seguro que te da las fuerzas necesarias para llevarlo a cabo.


AP

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