“Al instante un
gallo cantó por segunda vez. Entonces Pedro recordó lo que Jesús había dicho:
Antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces. Y se echó a llorar.“
Pedro había vivido durante tres años con Jesús,
Pedro había dicho en más de una ocasión que nunca le abandonaría, es más, Pedro
atacó a unos de los soldados que cogieron a Jesús y este mismo hombre ahora se
encuentra desvalido, sin su gran escudo llamado Jesús y ante esta realidad
siega haberle conocido, entonces “al
instante un gallo cantó por segunda vez. Entonces Pedro recordó lo que Jesús
había dicho: Antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces. Y se
echó a llorar.“ Aquí vemos a un hombre que reconoce su error y le duele.
Acerca del arrepentimiento podemos decir muchas
cosas, que hay arrepentimiento sincero, falso, temporal, etc. Lo cierto es que
Pedro prometió de corazón que iba a seguir a Jesús, que nunca le negaría, en
cambio cuando llegó el momento difícil reconoció no conocerle, al escuchar la
prueba de lo que Jesús ya le había anticipado días atrás y ver como había
fallado, rompe a llorar. Lloraba porque había decepcionado a aquel a quien
amaba.
El verdadero
arrepentimiento cuando se trata de algo serio es aquel que viene acompañado de
lágrimas, nadie que ofenda o haga daño a alguien a quien quiere puede
arrepentirse realmente sin lágrimas en sus ojos. No hay arrepentimiento más
genuino que el de la persona a la cual Dios le muestra sus pecados, la que ve a
Dios puro y limpio y él manchado de inmundicia y de maldad, y ante esta imagen
solo puede haber dolor, clamor y arrepentimiento acompañado de lágrimas. ¿Acaso
no te sucedió eso a ti cuando viste tu maldad? Cuando nos confrontamos con
nuestra maldad, con nuestra decepción hacia Jesús, tal y como sucedió con
Pedro, lloramos. Personalmente no creo en las conversiones en las que las
emociones no aparecen, ¿acaso puede alguien ver que ha ofendido a Dios durante
toda su vida y no llorar de dolor?
Pedro lloró porque
falló a Jesús, faltó a su palabra, era un arrepentimiento genuino, sincero del
corazón. Que Dios nos ayude a vivir este tipo de arrepentimiento ante nuestro
pecado.
AP
Excelente reflexion,gracias !!
ResponderEliminarDios nuestro Padre entrego a su único hijo por amor y Jesús murió por nosotros en la cruz. Como no arrepentirnos de corazón y con lágrimas que brotan del alma al ver que hemos pecado contra El.
ResponderEliminarGracias por la reflexión es tan cierto!