Marcos 8:27-9:1 - ¿Cumples los requisitos?



Aquellos a quienes nos gusta jugar a videojuegos en el ordenador hay una cosa que tenemos clara, cada 3 o 4 años hay que renovar el ordenador, quizá no entero, pero si por partes, por piezas. Todos los juegos marcan los requisitos mínimos que debe cumplir el ordenador para poder hacerlo funcionar, y también marca los requisitos recomendados, es decir que componentes necesitas para no simplemente jugar, sino tener una buena experiencia con ese juego. Al ver todos estos requisitos puedes evitar caer en el error de comprar un juego que luego no funcione en tu equipo, esto va a lograr que ahorres dinero y que no lo desperdicies.

Jesús sabía lo valioso del tiempo, conocía lo que valía su tiempo y no quería que nadie lo “desaprovechara”, por eso, quiso presentar los requerimientos mínimos para seguirle. “Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo aquel que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará." Hay tres requisitos y la consecuencia, veámoslos con un poco más de detalle:

-       Niéguese a sí mismo: El primer paso a seguir, el primer requisito imprescindible es la auto negación. Se trata de reconocer a Jesús como Señor. Quizá pienses que ya los has hecho, ¿Por qué no lo compruebas? ¿Quién toma las decisiones es tu vida? ¿Quién decide lo que haces y como lo haces? ¿Quién manda? Si la respuesta no es Jesús, entonces no es el Señor de tu vida. Si es así, si tú eres el Señor, debes pronunciar las palabras de Juan el bautista “es necesario que Él crezca, y que yo disminuya.” Esto es negarse a sí mismo, esto es dejar que Jesús sea el Señor de tu vida.

-       Tome su cruz: Segundo requisito, tomar la cruz. En nuestro tiempo, al menos en el mundo occidental, nadie muere crucificado, en aquellos países en que la pena de muerte sigue vigente, se realiza mediante fórmulas “no dolorosas”, como la inyección letal. Pero en el tiempo de Jesús, aquellos que merecían morir por sus delitos, arrastraban la cruz, públicamente todos podían ver que ese hombre era culpable. Tomar la cruz habla de reconocimiento de pecado, habla de aceptar el castigo que merecemos, habla de que el que nos ve, sabe que estamos dispuestos a morir si hiciese falta. Tomar la cruz es imposible si no hemos dejado que Jesús sea el Señor de nuestra vida antes, porque, ¿Cómo reconoceremos nuestro pecado si el Señor no nos lo muestra?

-       Sígame: El tercer y último requisito es solo para valientes, ya no se trata de algo interno, este conlleva comenzar a moverse. Para seguir a alguien hay que ir cerca de Él, hay que imitar sus pisadas, sus hechos, significa dejar el camino ancho y seguir el camino estrecho “porque estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida,  y pocos son los que la hallan.” Son pocos porque pocos son los que se han negado a sí mismo y han tomado su cruz. ¿Estás dispuesto a seguir sus pisadas?

-       Tú vida, ¿salvada o perdida? Esta es la pregunta clave, ¿dónde quieres salvar tu vida, en la tierra o la eternidad? ¿Dónde está tu mirada, en lo material o en lo espiritual? ¿Te importa más tu vida o el reino de los cielos? Solo aquellos que den su vida por Jesús y por el evangelio serán los que la salven en la eternidad, así que, cuando vengan a por tu vida, ¿Qué les darás?


AP

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