Salmo 27 - El mejor lugar del mundo


“Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.”

Cuando era niño solo conocía tres lugares en los cuales me podía sentir a gusto y no me importaba estar el tiempo que fuese necesario, ya que no me aburría, uno era mi casa, otro el parque donde jugaba cada día y otro era la iglesia. Eran los sitios donde mas tiempo pasaba y donde mejor lo pasaba así que es normal que quiera estar, y cuando no estaba es lo que pedía a mis padres que me dejasen estar.

En este pasaje vemos que David tiene un deseo, una petición que hacerle a Dios, y era algo que él tenía la predisposición de hacerlo y es estar en la casa de Dios todos los días de su vida. Para David el estar en la casa de Dios era algo especial, algo de lo que el disfrutaba, como podemos observar en muchos salmos, como el salmo 84:10 “Porque mejor es un día en tus atrios, que mil fuera de ellos. Escogería antes estar en la puerta de la casa de mi Dios”.

El salmista sabia que no hay un lugar mejor donde estar que en la casa de Dios, un lugar donde poder estar delante Dios, de poder disfrutar de la compañía del Padre, de su amor y su hermosura y es por eso que el deseo de su corazón es poder estar hay cada día, poder estar cerca de su Dios cada día, a cada momento y le pide al Señor que le ayude a poder cumplir con ese deseo, sabiendo que muchas veces la carne es débil y nos alejamos de Dios si nuestra relación con el es de tanto en tanto, como pasa muchas veces que vivimos de domingo en domingo.

Nosotros tenemos el privilegio de que cuando aceptamos a Jesus como salvador, nos arremetimos de nuestros pecados y somos hechos nuevas criaturas, pasamos a ser templo de Dios, en el cual mora el Espíritu Santo, pero muchas veces dejamos de lado este templo y lo llenamos de los placeres de este mundo y lo dejamos olvidado y nuestras prioridades son otras antes que el orar y leer la Biblia y poder venir delante de Dios para alabarle y glorificarle. Hagamos como David y pidámosle a Dios que nos ayude a quitar todo que estorba en nuestra vida y que nuestra prioridad se convierta en querer pasar cada momento de nuestra vida dedicándolo a estar cerca de de El y delante de su presencia.


DP

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