Después de él juzgó a
Israel Elón, el zabulonita, quien juzgó a Israel diez años. Murió Elón, el
zabulonita, y fue sepultado en Ajalón, en la tierra de Zabulón.”
Charles Dudley Warner fue un
escritor americano que pronunció una curiosa frase, “la sencillez consiste en
hacer el viaje por la vida, solo con el equipaje necesario.” Creo que desde
este punto de vista hacemos el viaje de la vida demasiado cargados de cosas, el
materialismo de la sociedad nos invita a que así sea, a que busquemos alcanzar
el máximo de cosas, a tener vidas plenas, pero en cambio ¿no es un regalo la
sencillez? Sin ninguna duda sí.
La vida de Elón debió ser una
vida con el equipaje necesario, se nos dice “Después de él juzgó a Israel Elón, el zabulonita, quien juzgó a Israel
diez años. Murió Elón, el zabulonita, y fue sepultado en Ajalón, en la tierra
de Zabulón.” Un hombre al que Dios escogió y que lo único que se conoce de
él fue que durante diez años Dios lo escogió como juez para su pueblo.
¿No es esto increíble? ¿Haría
Elón cosas buenas? Seguro que sí, al fin y al cabo fue escogido por Dios para
su plan, fue un instrumento en las manos de Dios, pero poco se sabe de él, por
no decir nada. Dios ama la sencillez, los discípulos eran personas sencillas,
tantos escogidos por Dios como Moisés, David, Elías, Eliseo, no eran
gobernadores ni famosos cuando Jesús los llama, eran personas sencillas.
Que diferencia tan grande con lo
que tenemos hoy en día en nuestro mundo. Internet ensalza a tantos que debieran
ser sencillos, los cristianos exaltamos a tantos que visten trajes caros y que
llenan iglesias, y sin darnos cuenta despreciamos a aquellos que durante toda
su vida han servido a Dios como pastores, ancianos, diáconos, predicadores,
pero que su único pecado ha sido ser discretos y sencillos. ¿No debiéramos ser
nosotros así? ¿No ama Dios a los sencillos? “Quién subirá al monte del Señor? ¿y quién podrá estar en su lugar
santo? El de manos limpias y corazón puro; el que no ha alzado su alma a la
falsedad, ni jurado con engaño.” Esto es sencillez, oremos para que Dios
nos ayude a ser siervos simples, de los que quizá nadie recuerde, pero que a
nuestra muerte sepamos que hicimos lo correcto de una manera sencilla.
AP
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