Jueces 13 - Reservado para Dios


“Pues he aquí, concebirás y darás a luz un hijo; no pasará navaja sobre su cabeza, porque el niño será nazareo para Dios desde el seno materno; y él comenzará a salvar a Israel de manos de los filisteos.”

Cualquier persona que lo desee no puede ser boina verde, el soldado que quiera formar parte de este grupo de élite dentro del ejército debe cumplir unos requisitos. El primero ser un hombre de entre 20 y 30 años, deberá cumplir nueve semanas de entrenamiento básico del ejército y cuatro semanas más del entrenamiento avanzado de infantería. Deberá realizar un curso de tres semanas para saltar en paracaídas, donde finalizará la formación con un salto en solitario. Después de esto realizará un curso de preparación de operaciones de 30 días, en este será entrenado físicamente y preparado para la navegación terrestre. Todo esto solamente es la formación, ahora llega el curso de 24 días de supervivencia. Tras esto, deberá pasar 13 semanas en competencias individuales, aprendizaje de idiomas, supervivencia, uso de armas pequeñas, etc. Por último la supervivencia constará de escape, resistencia, evasión y un curso específico. Sin ninguna duda, solo algunas personas especiales podrán formar parte de este cuerpo de élite.

Igual que el ejército tiene algunas personas especiales para misiones especiales, hay momentos que parecen desesperados  en que Dios también escoge algunas personas especiales “pues he aquí, concebirás y darás a luz un hijo; no pasará navaja sobre su cabeza, porque el niño será nazareo para Dios desde su seno materno; y él comenzará a salvar a Israel de manos de los filisteos.” Este hombre iba a tener que vivir una vida sacrificada para poder servir a Dios. Veamos como su vida es aplicable a nosotros.

-    No debía pasar navaja sobre su cabeza: Este era el símbolo externo de que un hombre había dedicado su vida a Dios. Hoy en día aquellos que quieran servir a Dios, obviamente no necesitan dejarse el pelo largo, pero sí que su actitud y su comportamiento deben ser destinados a que Dios reciba toda la gloria en todo momento. “Ya sea que comáis o bebáis, o hagáis cualquier otra cosa, hacedla como para el Señor.”

-     No debía beber vino ni el fruto de la vid: ¿Nos está diciendo aquí que no podemos beber vino? Claramente no. Pero sí que podemos ver que el vino es el símbolo del desenfreno y de la pasión de la vida, de las borracheras, ante esto Pablo dio un consejo que debiéramos seguir “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, sino sed llenos del Espíritu.”

-          No debía comer alimento inmundo: Hay un dicho popular que dice: “somos lo que comemos” y sin ninguna duda tiene toda la razón, esto se amplifica cuando hablamos de comida espiritual. Al igual que los nazareos, estamos llamados a no comer alimentos inmundos espiritualmente. Debemos vigilar con lo que alimentamos a nuestro espíritu, lo que vemos y lo que oímos marcarán nuestra salud espiritual.

AP

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