Jueces 17 - El fin no justifica los medios


Entonces él devolvió las mil cien piezas de plata a su madre, y su madre dijo: Yo de corazón dedico la plata de mi mano al Señor por mi hijo, para hacer una imagen tallada y una de fundición; ahora, por tanto, yo te las devuelvo. Cuando él devolvió la plata a su madre, su madre tomó doscientas piezas de plata y se las dio al platero que las convirtió en una imagen tallada y una de fundición, y quedaron en casa de Micaía. Y este hombre Micaía tenía un santuario, e hizo un efod e ídolos domésticos, y consagró a uno de sus hijos para que fuera su sacerdote. En aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que a sus ojos le parecía bien. 

El refranero español es un pozo sin fondo de frases que nos sirven para dar consejos o advertirnos de ciertas situaciones, por ejemplo el refrán de Dime con quién andas y te diré quién eres nos alerta de que según las amistades de una persona probablemente así sea ella. Pero el refranero español no siempre acierta, es más, en muchas ocasiones se equivoca. Voy a ir más lejos hay refranes que están directamente equivocados y de los que no debiéramos hacer caso. Así nos encontramos con un refrán utilizado como pretexto para lograr lo que queremos de maneras bastante inapropiadas "el fin justifica los medios" en algunas ocasiones esto es así, el hecho de hacer un sacrificio vale la pena si luego trae una recompensa mayor, pero no es así cuando para lograr esta misma recompensa se realizan actos ilícitos o que perjudican a otras personas.

No pensó así Micaía y su madre "Entonces él devolvió las mil cien piezas de plata a su madre, y su madre dijo: Yo de corazón dedico la plata de mi mano al Señor por mi hijo, para hacer una imagen tallada y una de fundición; ahora, por tanto, yo te las devuelvo. Cuando él devolvió la plata a su madre, su madre tomó doscientas piezas de plata y se las dio al platero que las convirtió en una imagen tallada y una de fundición, y quedaron en casa de Micaía. Y este hombre Micaía tenía un santuario, e hizo un efod e ídolos domésticos, y consagró a uno de sus hijos para que fuera su sacerdote. En aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que a sus ojos le parecía bien." Sin duda ellos pensaron que el fin justificaba los medios. Que podían hacer las cosas a su manera ya que su objetivo era dedicar el dinero a Dios pero las maneras no fueron las correctas y por lo tanto no sirvió de nada, mas bien todo lo contrario.

La intención de Micaía y de su madre no era malas, todo lo contrario, pero no siempre hacer las cosas con buenas intenciones significa que sean correctas. La última frase del texto muestra la realidad de la situación “en aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que a sus ojos bien le parecía.” Es posible que hubiese buenas intenciones pero la realidad es que lo que había era anarquía y descontrol, habían dejado a Dios a un lado para cada uno tener una propia religión, toda en nombre de Dios, llena de buenas intenciones pero idolatra y adultera, que lo que producía no era más que alejamiento de Dios.

Hoy, exiten también muchas personas que intentan hacer las coas para Dios, que se esfuerzan a hacerlas pero que los métodos utilizados no son suficientes para que el fin sea justificado. Vemos evangelios falsos predicados donde se exalta tanto el amor de Dios que ya no existe el juicio ni la necesidad de arrepentimiento, evangelios que basan su enseñanza en la prosperidad y lo bien que irá todo si sigues a Jesús, obviando las palabras del mismo Señor “estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tenéis tribulación; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Encontramos que la alabanza se ha llenado de tanta artificialidad en muchos casos que ya no lleva a alabar a Dios sino a la autosatisfacción de aquellos que participan de ella, sacian por momentos las necesidades humanas, pero los focos, las luces, los instrumentos en ocasiones se convierten en trabas para alabar realmente a Dios y solo se queda en pasar un buen rato, la alabanza se ha convertido en entretenimiento. No dudo de las buenas intenciones de aquellos que realizan estas y otras cosas, pero esto no justifica que esté correctamente hecho.

Pero, a pesar de todo esto, evangelios que son pobres y falsos siguen trayendo a personas hacia la cruz y al arrepentimiento, canciones llenas de superficialidad logran llegar ante el trono de Dios para presentar la alabanza, parece que el fin puede justificar los medios usados, pero nada más lejos de la realidad, el tema está en que Dios ama demasiado su nombre “Por tanto, di a la casa de Israel (y se puede aplicar a la iglesia de nuestro tiempo): ‘Así dice el Señor Dios: No es por vosotros, casa de Israel que voy a actuar, sino por mi santo nombre, que habéis profanado entre las naciones adonde fuistéis. Vindicaré la santidad de mi gran nombre profanado entre las naciones, el cual vosotros habéis profanado en medio de ellas. Entonces las naciones sabrán que yo soy el Señor, declara el Señor Dios, cuando muestre mi santidad entre vosotros a la vista de ellas… ...No hago esto por vosotros, declara el Señor Dios, sabedlo bien. Avergonzaos y abochornaos de vuestra conducta, casa de Israel.” Dios se ama tanto a sí mismo que a pesar de que nosotros hagamos las cosas a nuestra forma siguen saliendo bien. El fin no justifica los medios, a Dios le interesa algo más que el resultado final. ¿Estás haciendo las cosas bien?


AP

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