Jueces 4 - ¡Levántate!


“Entonces Débora dijo a Barac: ¡Levántate!, porque este es el día en que el Señor ha entregado a Sísara en tus manos; he aquí, el Señor ha salido delante de ti. Bajó, pues, Barac del monte Tabor seguido de diez mil hombres. Y el Señor derrotó a Sísara, con todos sus carros y todo su ejército, a filo de espada delante de Barac; y Sísara bajó de su carro y huyó a pie.”

Las personas como yo, que no nos gusta dormir en exceso tenemos la suerte que levantarnos de la cama no nos supone ningún esfuerzo, ni siquiera cuando como en mi caso el despertador suena a las 04:30 de la madrugada, pero esta misma situación puede resultar una odisea para personas que les guste dormir y les guste estar en la cama. A veces afrontar un nuevo día que vendrá lleno de problemas, de discusiones, de trabajo, de momentos complicados, puede hacer que tengamos aún más ganas de quedarnos en la cama. Pero hay una llamada desde el cielo ¡Levántate!

Barac tenía un conflicto y Dios le había prometido que Él le daría la victoria y que de Dios sería el mérito. Entonces aparece Débora, con un mensaje: “Entonces Débora dijo a Barac: ¡Levántate!, porque este es el día en que el Señor ha entregado a Sísara en tus manos; he aquí, el Señor ha salido delante de ti. Bajó, pues, Barac del monte Tabor seguido de diez mil hombres. Y el Señor derrotó a Sísara, con todos sus carros y todo su ejército, a filo de espada delante de Barac; y Sísara bajó de su carro y huyó a pie.” Llegó el momento de levantarse y tras eso llegó la victoria dada por Dios.

¿Dónde estás hoy? ¿Sigues durmiendo espiritualmente? Entonces hoy hay un mensaje para ti “¡Levántate!” No eres el primero al que se le ha dicho esto. “Y al amanecer, los ángeles apremiaban a Lot, diciendo: Levántate, toma a tu mujer y a tus dos hijas que están aquí, para que no seáis destruidos en el castigo de la ciudad”. “Entonces dijo el Señor a Moisés: Levántate muy de mañana, y ponte delante de Faraón, y dile: “Así dice el Señor, el Dios de los hebreos: ‘Deja ir a mi pueblo para que me sirva.’” “Levántate, consagra al pueblo y di: ‘Consagraos para mañana, porque así ha dicho el Señor, Dios de Israel: Hay anatema en medio de ti, oh Israel. No podrás hacer frente a tus enemigos hasta que quitéis el anatema de en medio de vosotros’.” “Y el ángel del Señor volvió por segunda vez a Elías, lo tocó y le dijo: Levántate, come, porque es muy largo el camino para ti.” “levántate, ve a Nínive, al gran ciudad, y proclama contra ella, porque su maldad ha subido contra mí.”

El movimiento se demuestra andando, y la obediencia a Dios y la confianza se demuestra levantándonos. Es tiempo de dejar de dormitar, de salir de la comodidad y de levantarse con el objetivo de tomar la victoria que Dios nos ha dado, “porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe.” Deja de dormir, ¡levántate! Y vive en la victoria que Dios nos ha dado, porque si Dios está con nosotros ¿Quién estará contra nosotros?


AP

Comentarios