Jueces 5 - Alabanza en toda la tierra


“¡Oíd, reyes; prestad oído, príncipes! Yo al Señor, yo cantaré, cantaré alabanzas al Señor, Dios de Israel”

No hay nada en la vida como una buena victoria. Hoy seis de junio en Berlín se disputa la final de la Champions League, el partido de fútbol más importante del mundo. Miles de personas se trasladarán a la capital alemana con el propósito de ser partícipes de la victoria de su equipo, y que todo el mundo sepa que su equipo ha doblegado a su rival, de darle su ánimo, sus aplausos, sus voces, su apoyo, su calor, y que esta afición lleve en volandas a su equipo. Sea quien sea el equipo que gane, los jugadores recibirán alabanzas por su trabajo bien hecho.

Tras una victoria deportiva los ganadores reciben alabanzas, tras una victoria en la guerra Debora y Barac rindieron alabanzas a Dios “¡Oíd, reyes; prestad oído, príncipes! Yo al Señor, yo cantaré, cantaré alabanzas al Señor, Dios de Israel” Dios les dio la victoria y ellos devolvieron alabanzas hacia Dios para que todos oyeran y entendieran que grande es Él.

¡Cuantos motivos tenemos nosotros para alabar a Dios! Quizá no hemos estado en una guerra, pero déjame enumerarte razones para que cantes alabanzas a Dios.

-          Alabad al Señor, porque Él es bueno.
-          Alabad al único que hace grandes maravillas.
-          Alabad al que hizo los cielos con entendimiento.
-          Alabad al que extendió la tierra sobre las aguas.
-          Alabad al que hizo el sol prar que señorease en el día.
-          Alabad al que hizo la luna y las estrellas para que señoreasen en la noche.
-          Alabad al que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros.
-          Alabad al que sana todas nuestras enfermedades.
-          Alabad al que saca del oyo tu vida.
-          Alabad al que tiene cuidado de nosotros.
-          Alabad al que para siempre es su misericordia.
-          Alabad al Rey de reyes y Señor de señores.

Podría estar escribiendo hojas y hojas de motivos. Pon los tuyos personales y canta alabanza a Dios porque Él se lo merece.

AP

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