“Tened por sumo gozo,
hermanos míos que os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de
vuestra fe produce paciencia, y que la paciencia tenga su perfecto resultado,
para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada.”
En la era del estrés y las prisas
ser paciente probablemente sea de las cosas que más escasean, la sociedad no
nos enseña a ser pacientes, más bien todo lo contrario, necesitamos tenerlo
todo instantáneamente, compramos por internet, buscamos la forma de envío más
rápida, la paciencia no existe, todo tiene que ser aquí y ahora, los niños
lloran para tener lo que quieren al momento y gracias a sus berrinches lo suelen
conseguir, no aprendemos a ser pacientes sino todo lo contrario, y cuando no
podemos conseguir lo que queremos nos enfadamos, agobiamos y se nos viene todo
encima, nuestra mente solo piensa en lo que queremos y todo gira alrededor de
eso.
Pero la escuela de Dios es
diferente, muy diferente diría yo, “tened
por sumo gozo, hermanos míos que os halléis en diversas pruebas, sabiendo que
la prueba de vuestra fe produce paciencia, y que la paciencia tenga su prefecto
resultado, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada.” Mientas
que en el mundo se nos enseña a conseguir lo que queremos instantáneamente, en
la escualo de Dios se nos enseña todo lo contrario, paciencia.
La realidad es que las pruebas
que tenemos en nuestra vida en ocasiones son porque nosotros nos las buscamos
con nuestras decisiones, en otros momentos vienen porque la vida así nos las
traen, porque realmente la vida no es un camino de rosas, en otros casos podría
suceder como con Pedro “Simón, Simón,
mira que Satanás os ha reclamado para zarandearos como a trigo.” Pero sea
como sea, toda prueba, incluso las que nosotros nos buscamos tienen cabida en
el plan de Dios, todas nos llevan a que estas pruebas se confronten con nuestra
fe y produzcan paciencia.
El paciente es aquel que visita
al médico y espera el resultado de sus pruebas y análisis, y nosotros tenemos
delante el médico divino, el que permitirá las pruebas con un objetivo, ver la
enfermedad, que veamos nuestro pecado y el resultado sea la perfección, para
que seamos completos en Él, para que nada nos falte. ¿Estás pasando por
pruebas? Estas dentro de la consulta del mejor médico que existe, el
tratamiento será largo, derramaras lágrimas, probablemente sufras dolor, pero
el resultado será perfecto y nada te faltará. ¿No es genial ser paciente?
AP
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