Santiago 1:1-4 – ¡Paciencia!


“Tened por sumo gozo, hermanos míos que os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada.”

En la era del estrés y las prisas ser paciente probablemente sea de las cosas que más escasean, la sociedad no nos enseña a ser pacientes, más bien todo lo contrario, necesitamos tenerlo todo instantáneamente, compramos por internet, buscamos la forma de envío más rápida, la paciencia no existe, todo tiene que ser aquí y ahora, los niños lloran para tener lo que quieren al momento y gracias a sus berrinches lo suelen conseguir, no aprendemos a ser pacientes sino todo lo contrario, y cuando no podemos conseguir lo que queremos nos enfadamos, agobiamos y se nos viene todo encima, nuestra mente solo piensa en lo que queremos y todo gira alrededor de eso.

Pero la escuela de Dios es diferente, muy diferente diría yo, “tened por sumo gozo, hermanos míos que os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, y que la paciencia tenga su prefecto resultado, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada.” Mientas que en el mundo se nos enseña a conseguir lo que queremos instantáneamente, en la escualo de Dios se nos enseña todo lo contrario, paciencia.

La realidad es que las pruebas que tenemos en nuestra vida en ocasiones son porque nosotros nos las buscamos con nuestras decisiones, en otros momentos vienen porque la vida así nos las traen, porque realmente la vida no es un camino de rosas, en otros casos podría suceder como con Pedro “Simón, Simón, mira que Satanás os ha reclamado para zarandearos como a trigo.” Pero sea como sea, toda prueba, incluso las que nosotros nos buscamos tienen cabida en el plan de Dios, todas nos llevan a que estas pruebas se confronten con nuestra fe y produzcan paciencia.

El paciente es aquel que visita al médico y espera el resultado de sus pruebas y análisis, y nosotros tenemos delante el médico divino, el que permitirá las pruebas con un objetivo, ver la enfermedad, que veamos nuestro pecado y el resultado sea la perfección, para que seamos completos en Él, para que nada nos falte. ¿Estás pasando por pruebas? Estas dentro de la consulta del mejor médico que existe, el tratamiento será largo, derramaras lágrimas, probablemente sufras dolor, pero el resultado será perfecto y nada te faltará. ¿No es genial ser paciente?

AP

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