Salmo 31 - ¡Anímate!


“¡Amad al Señor, todos sus santos! El Señor preserva a los fieles, y retribuye plenamente a los que obran con soberbia. Esforzaos, y aliéntese vuestro corazón, todos vosotros que esperáis en el Señor.”

Cuantas personas hemos visto durante nuestra vida abandonar la fe por la falta de fuerzas, cuantas personas se han rebelado en contra de Dios por han desfallecido y no se han sentido con ganas de continuar. Este mundo nos desgasta, nos ofrece tantos placeres y tanto materialismo que nos presiona, nos atosiga y nos corta la respiración, nos lleva a la necesidad de crearnos presión por alcanzar aquellos retos y metas que el mundo nos ofrece, comprarnos un piso, un coche, tener unas buenas vacaciones, cosas buenas pero que con el paso de los años nos desgasta.

David escribe este salmo clamando a Dios por la presión que recibía de sus enemigos y rogaba que el Señor le salvase y acaba con estas hermosas palabras “¡Amad al Señor, todos sus santos! El Señor preserva a los fieles, y retribuye plenamente a los que obran con soberbia. Esforzaos, y aliéntese vuestro corazón, todos los que esperáis en el Señor.” Esta es la ordenanza que solucionará todo, ¡amad al Señor! ¿Existe algo mayor que esto? Sin ninguna duda no.

Porque amar al Señor significa interesarse por las cosas de Dios, y al acercarnos a sus intereses somos preservados de las tentaciones, somos preservados de los ataques del diablo, Dios nos guardará, bajos sus alas descansaremos, encontraremos el confort, dormiremos tranquilos. Solo amando a Dios podemos obtener las fuerzas para alentar nuestro corazón, solo cuando amamos a Dios podemos ir y dejar nuestras cargas y descansar en Él, porque Él cuida de nosotros.

¿Estas sin fuerzas? “venid a mí los trabajados y cargados y yo os haré descansar” Deja de cargar con ese peso tan grande y descansa en Dios, deja de luchar con tus fuerzas “así que no depende del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.” Lo importante no son tus fuerzas, lo que nos mantiene en la carrera es la misericordia de Dios. ¿Te agobian muchas cosas? ¿Sientes que no puedes respirar? ¿Estás agotado? Entonces ama a Dios, el preservará a aquellos que le sean fieles y anden en su camino.


AP

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