Salmo 47 - Juego de tronos


 "Dios reina sobre las naciones; sentado está Dios en su santo trono."

Una de las series de televisión de moda y que más espectadores acoge ante las pantallas de televisión y no solo por la serie en sí misma, sino también por los libros sobre los que está basada es Juego de Tronos. Como su propio nombre indica nos narra la historia de ciertos personajes con un objetivo común alcanzar el llamado trono de hierro donde gobernar toda la tierra. Para esto no dudarán en emplear las armas necesarias con tal de alcanzar su objetivo, traición, envenenamiento, guerras, matrimonios concertados, manipulaciones, todo vale para alcanzar el trono y gobernar sobre la tierra, para tener el poder, para ser la persona más importante que exista en la tierra.

Esta serie de libros y de televisión no hacen más que demostrar la determinación humana por conseguir alcanzar el éxito, el poder y la gloria sea como sea, sin miramientos, lograr ser la persona más importante del mundo de la manera que sea necesaria. Siempre el hombre ha querido ocupar el lugar de Dios, pero la realidad es que "Dios reina sobre las naciones; sentado está Dios en su santo trono." En otras palabras, por mucho poder que cualquier hombre pueda lograr  Dios seguirá por siempre sentado en su santo trono y reinando sobre todo lo que existe.

El afán de poder del ser humano es patente solamente con encender la televisión, ahora que se acercan las elecciones en Catalunya y en España, todos los candidatos comienzan su particular juego de tronos, todos expondrán sus ideas y en mayor medida atacarán la de sus contrarios, poco importará si son buenas o son malas mientras ofrezcan la victoria al candidato, poco importará si beneficiaran al pueblo mientras ellos logren su objetivo, el trono está en juego y los ciudadanos solo somos los peones de ellos.

Al menos esto es lo que parece, pero por encima de estos aspirantes al trono hay alguien que ya gobierna, alguien a quien han intentado usurpar su poder tanto el ser humano al intentar construir una torre que llegase al cielo, como Satanás siendo orgulloso y queriéndole quitar el trono a Dios, pero Dios siempre reinará sobre las naciones, siempre gobernará sobre todo lo que existe, porque Él lo ha creado y Él lo ha preparado para su gloria. Él es el escritor y diseñador de la historia, desde su trono marca los designios de la humanidad, ningún ser humano toma decisiones sin que el Rey las ordene, Él es el soberano. Esto debe producir en nosotros paz, porque ocurra lo que ocurra esta comandado por el Rey de todas las naciones, por el gobernador de toda la tierra. ¿Acaso Dios permitirá que ocurra algo malo a los que son suyos?

AP

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