Nehemías 4 – Enemigos de la reconstrucción


“Y sucedió que cuando los judíos que habitaban cerca de ellos vinieron y nos dijeron diez veces: Subirán contra nosotros de todo lugar adonde os volváis, entonces aposté hombres en las partes más bajas del lugar, detrás de la muralla y en los sitios descubiertos; aposté al pueblo por familias con sus espadas, sus lanzas y sus arcos. Cuando vi su temor, me levanté y dije a los nobles, a los oficiales y al resto del pueblo: No tengáis miedo; acordaos del Señor, que es grande y temible, y luchad por vuestros hermanos, vuestros hijos, vuestras hijas, vuestras mujeres y vuestras casas.”

A la hora de hacer una reforma en una casa, antes de empezar a trabajar es imprescindible, sobre todo si se trata de una obra grande, hay que planificar todo el trabajo que se hará y sobretodo calcular los costes para asegurarse que se podrá llevar a cabo todo el trabajo. Normalmente cuando la planificación se hace en equipo, se hace en grupo, siempre suele haber al menos una persona que cumple el rol del negativo. Este se encarga de desanimar y poner pegas a todo, hasta el punto en que puede convertirse en un enemigo en lugar de un aliado.

En cualquier reto que comencemos siempre encontraremos a algún enemigo, y no iba a ser diferente en el momento de la reconstrucción de las murallas “y sucedió que cuando los judíos que habitaban cerca de ellos vinieron y nos dijeron diez veces: Subirán contra nosotros de todo lugar a donde os volváis, entonces aposté hombres en las partes más bajas del lugar, detrás de la muralla y en los sitios descubiertos; aposté al pueblo por familias con sus espadas, sus lanzas y sus arcos. Cuando vi su temor, me levanté y dije a los nobles, a los oficiales y al resto del pueblo: No tengáis miedo; acordaos del Señor, que es grande y temible, luchad por vuestros hermanos, vuestros hijos, vuestras hijas, vuestras mujeres y vuestras casas.” ¡Qué difícil es hacer algo cuando continuamente te dicen que no podrás!

Ante los retos hay enemigos, la clave del éxito estará en donde mires tú. Mirar a los enemigos te llevarán directamente al fracaso, te enseñarán tu realidad, tu inutilidad, tu incapacidad, te mostrarán lo grande que es el proyecto y lo pequeño que eres tú, te ofrecerán muchas oportunidades de perder el tiempo, cosas más placenteras que el trabajo en la iglesia, te ofrecerá mayores recompensas y tratará por todos los medios que tires la toalla.

Antes esto “acuérdate del Señor, que es grande y temible” porque allí donde nosotros no llegamos Dios sí que llega, porque donde nos faltan las fuerzas es donde Dios nos da, porque no hacemos las cosas por nosotros, sino por Él, porque nuestras vidas giran alrededor de Dios, “para mí el vivir es Cristo”. Esta es la razón de la reconstrucción, el privilegio de ser un trabajador del Señor de señores. Da igual lo fuerte que vengan tus enemigos, cuando eres consciente de que Dios esta, es entonces cuando estimas todo como basura. No temas, mira a Dios, recuerda, el Señor es grade y temible. ¿Temeremos ante algún enemigo?


AP

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