Nehemías 5 - Confrontando por el bien


"Entonces me enojé en gran manera cuando oí su clamor y estas palabras. Se rebeló mi corazón dentro de mí, y contendí con los nobles y con los oficiales y les dije: Estáis cobrando usura cada uno a su hermano. Y congregué contra ellos una gran asamblea. Y les dije: Nosotros, conforme a nuestras posibilidades, hemos redimido a nuestros hermanos judíos que fueron vendidos a las naciones; y ahora, ¿venderéis a vuestros hermanos para que sean vendidos a nosotros? Entonces se quedaron callados y no hallaron respuesta. Y agregué: No está bien lo que hacéis; ¿no debéis andar en el temor de nuestro Dios a causa del oprobio de las naciones enemigas nuestras?"

Hay algo que en Estados Unidos que es una especie de tradición y que en España no es muy habitual.  Se conoce como intervención. Una intervención es básicamente un grupo de amigos que ven que uno del grupo se está equivocando, tomando malas decisiones y necesita un cambio para no acabar mal. Entonces de una manera sorpresiva quedan con la persona con problemas en secreto y empieza la intervención, donde será confrontado con su problema, desde el cariño que el grupo le tiene para que todo vaya mejor y así ver a su amigo bien.

En medio de la reconstrucción de las murallas, los que se involucraron no solo dedicaron tiempo y esfuerzo, sino que pusieron en la obra mucho más, los ahorros de muchos años, sus bienes materiales, todo lo que tenían de valor. En esta situación hubo algunos que quisieron sacar partido y empezaron a intentar ganar dinero con los préstamos entre los mismos de su pueblo. Nehemías se enteró de esto y quiso poner solución. "Entonces me enojé en gran manera cuando oí su clamor y estas palabras. Se rebeló mi corazón dentro de mí, y contendí con los nobles y con los oficiales y les dije: Estáis cobrando usura cada uno a su hermano. Y congregué contra ellos una gran asamblea. Y les dije: Nosotros, conforme a nuestras posibilidades, hemos redimido a nuestros hermanos judíos que fueron vendidos a las naciones; y ahora, ¿venderéis a vuestros hermanos para que sean vendidos a nosotros? Entonces se quedaron callados y no hallaron respuesta. Y agregué: No está bien lo que hacéis; ¿no debéis andar en el temor de nuestro Dios a causa del oprobio de las naciones enemigas nuestras?" 

Nehemías confrontó a todos aquellos que estaban obrando mal hasta el punto que tuvieron que callar. Nosotros estamos llamados a ser como este Nehemías, buscar la confrontación con aquellos que obran mal, con aquellos que están en pecado, forzar la intervención por el bien del grupo. Pero no se puede hacer de cualquier manera. La confrontación no debe buscar nunca la victoria, no busca la humillación del otro.


La confrontación debe buscar lo mismo que Nehemías al decir estas palabras "no está bien lo que hacéis; ¿no debéis andar en el temor de nuestro Dios a causa del oprobio de las naciones enemigas nuestras?" La confrontación se hace desde el amor, busca la restauración, la sinceridad no fue creada para herir, sino para restaurar, para unir. Se hoy un interventor, confronta al que está pecando, pero busca siempre su restauración, no utilices la sinceridad como un arma sino como una herramienta.

ap

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