"Y leyeron en el libro de la ley de Dios, traduciéndolo y dándole el
sentido para que entendieran la lectura. Entonces Nehemías, que era el
gobernador, y Esdras, el sacerdote y escriba, y los levitas que enseñaban al
pueblo, dijeron a todo el pueblo: Este día es santo para el Señor vuestro Dios;
no os entristezcáis, no lloréis, porque todo el pueblo lloraba al oír las
palabras de la ley."
El cine, la televisión y la
literatura son los medios con los que más fácilmente se pueden conmover los
sentimientos del ser humano, son capaces de hacernos llorar, reír, tener miedo,
sentir ternura, realmente son capaces de tocar nuestra alma y durante unos
segundo producir una variación en nuestro interior. Variación la cual
desaparecerá a los pocos minutos, volveremos a estar igual y todo quedará en un
recuerdo de como aquella película, serie, programa o libro llegó a producir
algo en nuestro interior.
Nehemías hasta ahora en el
proceso de reconstrucción de las murallas había logrado cambiar mucho de
aquellos que vivían en Jerusalén, cambió su ánimo, su confianza, su
perspectiva, su relación con los demás, su futuro incluso, pero aún faltaba
algo, había que reconstruir sus almas "y
leyeron en el libro de la ley de Dios, traduciéndolo y dándole el sentido para
que entendieran la lectura. Entonces Nehemías, que era el gobernador, y Esdras,
el sacerdote y escriba, y los levitas que enseñaban al pueblo, dijeron a todo
el pueblo: Este día es santo para el Señor vuestro Dios; no os entristezcáis,
no lloréis, porque todo el pueblo lloraba al oír las palabras de la ley."
La reconstrucción ahora sí que
era completa, ahora sí que había alcanzado su objetivo, la lectura de la ley de
Dios los había trastocado, por eso lloraban, pero no se trataba de un
sentimiento momentáneo, algo se había roto en su interior, de repente se habían
dado cuenta de cuan miserables eran y de cuanto habían ofendido y transgredido
la ley que Dios había marcado.
No existe conversión sin dolor,
no existe arrepentimiento verdadero sin lágrimas, no existe conversión sin
palabra de Dios. "La fe viene por
el oír, por el oír la palabra de Dios." La Biblia es el medio que Dios
usa para cambiar los corazones, es oír acerca de Cristo lo que rompe el alma y
abre los ojos al pecado, cualquier libro podemos leerlo y producir algo
pasajero pero solo la palabra de Dios es capaz de transformar nuestro interior,
solo la Biblia es capaz de producir un cambio de estilo de vida. Las
conversiones no llegan por una oración, llegan a través de la Biblia, a través
de escuchar lo que ella dice.
El pueblo se convirtió gracias a
escuchar la ley, uno de los motivos por los que no hay tantas conversiones hoy
es porque se habla demasiado de experiencias, demasiado de opiniones personales
y poco de las palabras escritas y plasmadas en la Biblia. Tu ejemplo no llevará
a nadie a Cristo, solamente si tu obras respaldan tus palabras serán
verdaderamente eficaces. No perdamos el tiempo, hay demasiados que necesitan
una verdadera conversión, dentro y fuera de las iglesias.
AP
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