Nehemías 8 - Una verdadera conversión



"Y leyeron en el libro de la ley de Dios, traduciéndolo y dándole el sentido para que entendieran la lectura. Entonces Nehemías, que era el gobernador, y Esdras, el sacerdote y escriba, y los levitas que enseñaban al pueblo, dijeron a todo el pueblo: Este día es santo para el Señor vuestro Dios; no os entristezcáis, no lloréis, porque todo el pueblo lloraba al oír las palabras de la ley."

El cine, la televisión y la literatura son los medios con los que más fácilmente se pueden conmover los sentimientos del ser humano, son capaces de hacernos llorar, reír, tener miedo, sentir ternura, realmente son capaces de tocar nuestra alma y durante unos segundo producir una variación en nuestro interior. Variación la cual desaparecerá a los pocos minutos, volveremos a estar igual y todo quedará en un recuerdo de como aquella película, serie, programa o libro llegó a producir algo en nuestro interior.

Nehemías hasta ahora en el proceso de reconstrucción de las murallas había logrado cambiar mucho de aquellos que vivían en Jerusalén, cambió su ánimo, su confianza, su perspectiva, su relación con los demás, su futuro incluso, pero aún faltaba algo, había que reconstruir sus almas "y leyeron en el libro de la ley de Dios, traduciéndolo y dándole el sentido para que entendieran la lectura. Entonces Nehemías, que era el gobernador, y Esdras, el sacerdote y escriba, y los levitas que enseñaban al pueblo, dijeron a todo el pueblo: Este día es santo para el Señor vuestro Dios; no os entristezcáis, no lloréis, porque todo el pueblo lloraba al oír las palabras de la ley."

La reconstrucción ahora sí que era completa, ahora sí que había alcanzado su objetivo, la lectura de la ley de Dios los había trastocado, por eso lloraban, pero no se trataba de un sentimiento momentáneo, algo se había roto en su interior, de repente se habían dado cuenta de cuan miserables eran y de cuanto habían ofendido y transgredido la ley que Dios había marcado.

No existe conversión sin dolor, no existe arrepentimiento verdadero sin lágrimas, no existe conversión sin palabra de Dios. "La fe viene por el oír, por el oír la palabra de Dios." La Biblia es el medio que Dios usa para cambiar los corazones, es oír acerca de Cristo lo que rompe el alma y abre los ojos al pecado, cualquier libro podemos leerlo y producir algo pasajero pero solo la palabra de Dios es capaz de transformar nuestro interior, solo la Biblia es capaz de producir un cambio de estilo de vida. Las conversiones no llegan por una oración, llegan a través de la Biblia, a través de escuchar lo que ella dice.

El pueblo se convirtió gracias a escuchar la ley, uno de los motivos por los que no hay tantas conversiones hoy es porque se habla demasiado de experiencias, demasiado de opiniones personales y poco de las palabras escritas y plasmadas en la Biblia. Tu ejemplo no llevará a nadie a Cristo, solamente si tu obras respaldan tus palabras serán verdaderamente eficaces. No perdamos el tiempo, hay demasiados que necesitan una verdadera conversión, dentro y fuera de las iglesias.


AP

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