"He aquí, tu deseas la verdad en lo más íntimo, y en lo secreto me
harás conocer sabiduría."
El amor es algo que en algún
momento de la vida le llega a todas las personas, chico conoce a chica, se
enamoran, van pasando los años y más años, deciden casarse y formar una
familia. Pero ya desde el principio la relación se va a basar sobretodo en
momentos de pasar tiempo a solas, dar un paseo a solas, hablar por teléfono a
solas, ir a cenar a solas. Por supuesto la etapa del noviazgo será disfrutada
con mucha gente, pero al final, la mayor parte del tiempo lo pasará la pareja a
solas. Así es realmente el amor verdadero, un amor que desea disfrutar del
tiempo a solas, que anhela tener a su pareja en exclusividad sin compartirla
con nada más. Ahí, en la intimidad es donde realmente las caretas desaparecen y
cada uno es uno mismo.
Esto ocurre en la vida real, pero
respecto a Dios con cada uno de nosotros, ocurre exactamente lo mismo, es un
Dios enamorado, un Dios a quien le encanta la intimidad, un Dios que desea
pasar la mayor parte del tiempo con sus amados a solas “he aquí, tu deseas la verdad en lo más íntimo, y en lo secreto me
harás conocer sabidurías.” Dios disfruta y desea intimidad, momentos a
solas con sus hijos a quienes ama de una forma tan superlativa, que nunca
llegaremos a entenderla.
Pero que diferente es nuestra
historia de amor con Dios, realmente al principio es genial, nos encanta tener
intimidad con Dios, nos encanta orar, nos encanta leer la Biblia, pero poco a
poco parece que ese amor va desapareciendo, nos empezamos auto engañar y nos decimos que la cosa va
bien con ir a la iglesia, que con leer y orar cinco minutos está bien para
reestablecer la relación de amor con Dios. La realidad es que ninguna relación
de pareja sobreviviría con 5 minutos diarios de intimidad.
Cuando en una pareja hay un distanciamiento,
solo se puede arreglar con arrepentimiento y con tiempo a solas, y esta es lo
que el salmista nos está diciendo, parafraseándolo nos invita al
arrepentimiento en la intimidad de la relación con Dios, y esto nos llevará a
conocer sabiduría, a conocer a Dios. Hoy es el día perfecto para reestablecer
tu relación con Dios, no pierdas el tiempo, vuelve a enamorarte de Cristo.
AP
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