“Te alabaré por siempre
por lo que has hecho, y esperaré en tu nombre, porque es bueno delante de tus
santos.”
Se cuenta que existía un pulpo que no tenía muchos
amigos por su timidez, un día intentado cazar una ostra sus tentáculos se
liaron, y por más que lo intento no pudo desliarse y empezó a pedir ayuda a los peces de alrededor. Nadie le hacía caso,
excepto uno de ellos que le ayudó a desliarse. Esta era una buena oportunidad
de hacer un amigo, pero solamente le dio las gracias y se marchó. Un par de días
después, mientras el pulpo descansaba, vio un pez que buscaba comida y este pez
perseguía a aquel que le había ayudado y el pulpo rápidamente, el pez al darse
cuenta quiso comerse a ambos, pero de repente sintió un gran picor, el gran pez
era alérgico al pulpo. Cuando este pez se fue, todos felicitaron al pulpo,
aquel pez que ayudó al pulpo contó que nunca había conocido a nadie tana
gradecido para ponerse en peligro como gratitud, y todos se hicieron amigos de
este pulpo tan tímido.
El pulpo fue alabado por todos por el heroico acto que
había cometido, su nombre se hizo famoso, todo por querer mostrar gratitud,
porque que gran regalo le hizo aquel pez al ayudarle a librarse.
De cuantas
cosas nos ha librado y hace Dios por nosotros, por eso al igual que el salmista
podemos decir “te alabaré por siempre
por lo que has hecho, y esperaré en tu nombre, porque es bueno delante de los
santos.”
Veamos tres aspectos que debemos llevar a la práctica
en nuestra vida.
-
Te alabaré por siempre por
lo que has hecho: Recuerda cuantas veces has visto a Dios haciendo algo en una situación difícil,
piensa de cuantas cosas te ha librado, no olvides como Él te ha salvado.
Siempre, cuando las cosas van bien tenemos que recordar lo que Dios ha hecho,
pero también cuando van mal, cuando decaemos debemos seguir alabando a dios por
todo lo que Él hizo, porque sabemos que
puede volver a hacerlo.
-
Esperaré en tu nombre. ¿Quieres alabar a Dios por
lo que ha hecho? Descansa en Él cuando estas en dificultades. Esta es la mejor
alabanza y reconocimiento que le podemos hacer a Dios, esperar y no agobiarnos,
confiar en que Dios traerá la solución, saber que es nuestro proveedor y no
buscar soluciones en ningún otro sitio. Dios es nuestro proveedor, descansa en
Dios, Él suplirá tus necesidades.
-
Porque es bueno delante de
tus santos. ¡Qué
importante es nuestra vida espiritual para los demás! Cuando esperamos en Dios
es una inyección de fortaleza en quienes nos rodean, una actitud positiva y de
santidad llevará a los que nos rodean a buscar ellos lo mismo. Tienes la
responsabilidad de ser un ejemplo para el resto que comparte tu fe, Se
agradecido y esto llevará a otros a serlo.
AP
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