Salmo 54 - Débiles



"He aquí, Dios es el que me ayuda; el Señor es el que sostiene mi alma."

En 1963 un español llamado Amancio Ortega fundó una empresa destinada a la fabricación de ropa, pero no fue hasta 1975 que abrió la primera tienda con el nombre de Zara. Durante los diez siguientes años la empresa se extendería por toda España y en 1985 fundaría la marca Inditex. A partir de aquí se crearían las marcas Pull & Bear, compraría el 65% de Massimo Dutti y crearía Kiddy's Class. Más adelante seguiría su expansión con la creación de Oysho. Toda esta escalada llevaría a Inditex a que en 2012 se convirtiera en el primer grupo textil mundial. Sin ninguna duda el esfuerzo de su creador, Amancio Ortega tras muchos años y esfuerzo ha dado su fruto convirtiéndose en una de las personas con más fortuna del mundo.

Esta es la prueba y el mensaje que este mundo y nuestra sociedad nos ofrece. Esfuérzate todo lo que puedas y lograrás tus metas. No te rindas y da todo de si para por tus propias fuerzas alcanzar cualquier cosa que te propongas. Puede parecer un buen mensaje, pero es lo contrario de lo que la Biblia nos habla "he aquí, Dios es el que me ayuda; el Señor es el que sostiene mi alma." ¡Qué gran contraposición entre una y otra postura.

No digo que en nosotros no tengamos que esforzarnos, ni proponernos metas ni luchar por nuestros deseos, pero por encima de nosotros siempre está Dios, planificar sin contar con Dios lleva al fracaso, emprender misiones duras sin consultar a Dios probablemente nos agote, nos desgaste y nos haga abandonar.

El cristiano no vive por sus fuerzas, sabe que Dios es quien le hace prosperar, no confía en su intelecto, sino que depende de la providencia de Dios. Sabe que su alma es débil, que las circunstancias de la vida muchas veces le intentarán tumbar, pero que el Señor es quien le sostiene, que no depende de su estado de ánimo, que es Dios quien le lleva en sus brazos. No importa lo grande que pueda ser el proyecto, si Dios está tendrá un buen resultado, de igual manera si el proyecto no debe ser, por mucho esfuerzo que podamos poner, si no está Dios, acabará fracasando. Pon tu proyecto ante Dios, deja que Él abra las puertas y será entonces cuando tu situación será prosperada.


AP

Comentarios