Salmo 57 - El Dios incontenible



"Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios; sobre toda la tierra sea tu gloria"

Este mundo donde vivimos cada vez más es un mundo de extremos, un mundo donde sin darnos cuenta la cosa se va radicalizando en todos los aspectos. Poco a poco se van creando diferencias más grandes entre los que tienen y los que no tienen, entre los que piensan de una manera y los que piensan lo contrario, entre padres e hijos, entre maridos y mujeres, entre jefes y empleados, la realidad es que cada vez es más difícil ver uniones que trabajen juntas.

Ante esta realidad debemos preguntarnos algo, ¿existen extremos en Dios? Sí que los hay, pero no son extremos opuestos sino todo lo contrario “exaltado seas sobre los cielo, oh Dios; sore toda la tierra sea tu gloria” Dios ocupa absolutamente todo. Dios alcanza y está en todos los extremos, porque Él está por encima de los cielos y su gloria ocupa cada milímetro de tierra.

Dios es incontenible, aunque encontrásemos un recipiente tan grande como Él su gloria lo reventaría, porque nada podrá contener a Dios ni a sus atributos. Sería absurdo coger un trozo del mediterráneo en una botella, perderíamos su aroma, su oleaje, su salinidad; de igual manera es imposible meter a Dios en una botella.

Pero aun así intentamos hacerlo, intentamos meter a Dios en nuestro recipiente para que Dios haga y actúe como nosotros queremos que lo haga. Pero de ninguna manera esto es posible, la grandeza de Dios es mayor que todo el universo y su gloria llena toda la tierra, su misericordia es imposible de comprender para cualquier mente humana y su soberanía le otorga el poder de gobernar sobre todo ser viviente. No hay nada ni nadie que se pueda comparar, es absurdo intentar contener a Dios, no tiene sentido intentar atarlo. Disfruta de Dios, entra en Él y empápate de lo que Él es, mira a tu alrededor y glorifica a Dios, porque Dios es grande, perfecto y su misericordia es para siempre.


AP

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