"Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios; sobre toda la tierra sea
tu gloria"
Este mundo donde vivimos cada
vez más es un mundo de extremos, un mundo donde sin darnos cuenta la cosa se va
radicalizando en todos los aspectos. Poco a poco se van creando diferencias más
grandes entre los que tienen y los que no tienen, entre los que piensan de una
manera y los que piensan lo contrario, entre padres e hijos, entre maridos y
mujeres, entre jefes y empleados, la realidad es que cada vez es más difícil ver
uniones que trabajen juntas.
Ante esta realidad debemos
preguntarnos algo, ¿existen extremos en Dios? Sí que los hay, pero no son
extremos opuestos sino todo lo contrario “exaltado
seas sobre los cielo, oh Dios; sore toda la tierra sea tu gloria” Dios
ocupa absolutamente todo. Dios alcanza y está en todos los extremos, porque Él está
por encima de los cielos y su gloria ocupa cada milímetro de tierra.
Dios es incontenible, aunque encontrásemos
un recipiente tan grande como Él su gloria lo reventaría, porque nada podrá
contener a Dios ni a sus atributos. Sería absurdo coger un trozo del mediterráneo
en una botella, perderíamos su aroma, su oleaje, su salinidad; de igual manera
es imposible meter a Dios en una botella.
Pero aun así intentamos
hacerlo, intentamos meter a Dios en nuestro recipiente para que Dios haga y
actúe como nosotros queremos que lo haga. Pero de ninguna manera esto es posible,
la grandeza de Dios es mayor que todo el universo y su gloria llena toda la
tierra, su misericordia es imposible de comprender para cualquier mente humana
y su soberanía le otorga el poder de gobernar sobre todo ser viviente. No hay
nada ni nadie que se pueda comparar, es absurdo intentar contener a Dios, no
tiene sentido intentar atarlo. Disfruta de Dios, entra en Él y empápate de lo
que Él es, mira a tu alrededor y glorifica a Dios, porque Dios es grande,
perfecto y su misericordia es para siempre.
AP
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