Salmo 60 - El peligro de jugar con Dios



"Oh Dios, tú nos has rechazado, nos has quebrantado, te has airado. Restáuranos, oh Dios."

Hay un refrán español muy utilizado por todo el mundo que dice que "tanto va el cántaro a la fuente que al final se acaba rompiendo." Este refrán se utiliza en las situaciones en las que haciendo algo con un gran riesgo se sale airoso de la situación, pero llegará el día que no se salga airoso y los actos tengan su consecuencia.

Así es como tratamos a Dios, jugamos a estar con Él, pero en cambio tonteamos con el pecado y con las cosas que hay en este mundo. Israel durante mucho tiempo hacía esto, obececían durante un poco de tiempo, pero poco después tomaban sus caminos, retaban a Dios y entonces Dios acababa obrando y castigando a su pueblo "Oh Dios, tú nos has rechazado, nos has quebrantado, te has airado. Restauranos, oh Dios." Tentar y jugar con Dios es algo demasiado serio para tomarlo a broma, hay tantas personas que lo hacen.

Dios es amor, Dios es misericordia, Dios es paciencia, todo esto nos encanta saber, ahora bien, también hay que saber y disfrutar sabiendo que Dios es santo, que Dios es justo, que Dios es misericordioso. Los primeros hablan de cosas favorables ante nuestro pecado, y nos encanta pensar y hablar de ellas porque nos dan tranquilidad, pero en cambio pensar en la santidad deja al descubierto nuestro pecado en comparación con Dios, la justicia de Dios nos condena y nos hace ver que somos merecedores del castigo por el pecado.

Así que jugar con Dios tiene el peligro que Dios te expulse de su presencia, que tengas enfermedades, que vengan consecuencias por nuestro pecado, porque Dios es santo y ama su santidad y expulsa al pecador porque es su enemigo. Ante esta realidad solo podemos decir como el salmista "restauranos, oh Dios". Jugar con el pecado es jugar con Dios, es tentarlo y Dios no tendrá paciencia y recibiremos nuestro castigo, pero aun en ese momento la gracia de Dios es real y puede sacarnos de la espiral de destrucción y arreglar nuestra relación con Dios.


AP

Comentarios

Publicar un comentario