"Si en verdad habéis oído de
la dispensación de la gracia de Dios que me fue dada para vosotros; que por
revelación me fue dado a conocer el misterio, tal como antes os escribí
brevemente."
La Biblia es un libro
lleno de historias, un libro que nos presenta a personajes reales, de carne y
hueso siendo instrumentos para cumplir el plan de Dios, Adán y Eva, Caín y
Abel, Noé, moisés, Abraham, Isaac, Jacob, Saúl, David, Salomón, Jonás, Jesús,
Pablo, Pedro, Juan, etc. Hombres que fueron parte del pan de Dios, del plan de
la glorificación de Dios. Pero si la Biblia está llena de hombres que formaron parte,
igualmente la Biblia habla de temas relacionados con el ser humano. Temas como
la codicia, el amor, el matrimonio, el pecado, el divorcio, etc.
Entre estos temas hay
algunos que son verdaderos misterios, se consideran así porque son difíciles de
entender para el ser humano o incluso imposibles de comprender. Uno de estos
temas es el tema por excelencia que escribe Pablo. "Si en verdad habéis oído de la dispensación de la gracia de Dios
que me fue dada para vosotros; que por revelación me fue dado a conocer el
misterio, tal como antes os escribí brevemente." Lo que Pablo escribe
es un verdadero misterio, la gracia solo puede ser entendida cuando el mismo
autor de ella, el Espíritu Santo la revela.
La gracia es un
misterio por el simple motivo de que es contrario a la naturaleza humana. Las
personas trabajamos, nos esforzamos por lograr nuestros objetivos, dedicamos
nuestras vidas a superar a los demás, a ganarnos lo que nos merecemos.
Compramos, vendemos, buscamos mejorar y ascender, es la vida del mérito, lo que
tenemos lo hemos ganado.
Pero el corazón y la
mente humana, nuestra naturaleza, no puede cambiar a no ser que el Espíritu
Santo sea el que lo rebele. Esto le paso a Pablo, pudo comprender que su
nacimiento no fue casualidad, que Dios le había predestinado, siguiendo un
proceso "y a los que predestinó, a
ésos también llamó; y a los que llamó, a ésos también justificó; y a los que
justificó, a ésos también glorificó. " y estas personas no eran
merecedoras, esto es la gracia real, la salvación de quien no lo merece porque
Dios así desea hacerlo.
Hoy en día muchos
cristianos son incapaces de vivir y disfrutar de la gracia, continúan anclados
en la ley, siguen bajo la esclavitud de la letra, debemos orar por ellos porque
la comprensión de la gracia permite disfrutar mucho más de lo que Dios es, la
seguridad de sabernos predestinados nos da la tranquilidad de vivir una vida
plena en Dios. Pablo recibió la revelación de lo que es la gracia, solo el
Espíritu puede abrirnos los ojos antes esta realidad.
AP
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