"Pero así como la
iglesia está sujeta a Cristo, también las mujeres deben estarlo a sus maridos
en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y
se dio a si mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado por el
lavamiento del agua con la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una
iglesia en toda gloria, sin mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera
santa e inmaculada."
El día más feliz que pueda
existir para una mujer, también para un hombre, pero en menor medida; es sin
duda el día de su boda. Este es el día que desde que es una pequeña niña viene
soñando y planificando como será, viendo en su mente el pasillo con la alfombra
por donde pasará, radiante, preciosa, con su vestido, la ilusión que recorrerá todo
su cuerpo, una sensación indescriptible e inexplicable, el día soñado, el más
feliz de los años de su vida. Mucha preparación, horas y horas dedicadas para
que ese día sea simplemente perfecto, el primer día de una nueva vida.
Lo cierto es que el matrimonio
fue algo instaurado por Dios, fue Dios mismo quien lo creó, el propósito
principal era que Dios estaba preparando un matrimonio aun mayor, el de su
propio hijo, el de Jesucristo con la iglesia que el Padre escogería. Bajo este
contexto y esta profunda idea es que Pablo escribe estas palabras: "Pero así
como la iglesia está sujeta a Cristo, también las mujeres deben estarlo a sus
maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la
iglesia y se dio a si mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado
por el lavamiento del agua con la palabra, a fin de presentársela a sí mismo,
una iglesia en toda gloria, sin mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que
fuera santa e inmaculada."
Pablo escoge un ejemplo
perfecto para aplicarlo a nuestra vida marital en la tierra, pero creo que el
centro y lo más importante de estas palabras no está, aunque obviamente es
aplicable, en la relación entre el hombre y la mujer, la base y lo realmente
importante lo encontramos entre Cristo y la iglesia. Pablo nos está presentando
a un Cristo enamorado, Cristo amando en sobremanera a la mujer que su Padre a
escogido para Él y ante esto, Él se encarga de prepararla para el gran día.
Busca santificarla, sabe que su futura esposa es bastante torpe y tiende
bastante hacia el adulterio y la infidelidad hacia otros, por eso pone especial
cuidado en mantenerla santa, con sus palabras la purifica, le limpia las
manchas que se ha hecho en su vestido, que en el día más importante de la
historia de la iglesia, el día en que se unan en matrimonio por la eternidad,
ella este radiante, que esté preciosa, sin manchas, sin arrugas.
Y este es un amor
incondicional, un amor que no depende de la sujeción de la iglesia a Cristo,
todo lo contrario aun cuando su novia es infiel, Él sigue permaneciendo fiel.
Pero a la iglesia le gusta demasiado tontear con otros, le gusta demasiado
perder el tiempo en formas que parecen ser más importantes que el amor a su
amado. Una iglesia que hoy en día, teniendo más medios que nunca parece más
interesada en satisfacer sus propios deseos que los de su novio, que obteniendo
libertad en Cristo la buscan en formas externas, que habiendo plenitud y
sobreabundancia en Dios disfruta más de la comida basura que otros le ofrecen.
Una iglesia que en lugar de sujetarse a su amado lo que busca es dar rienda
suelta a su carnalidad y a su pecado, aunque esto signifique ofender a su
novio, a Cristo.
¡Despierta iglesia! Vuelve a
los brazos de tu amado, deja que limpie las manchas que tienes del tiempo que
has estado alejado de Él, prepárate para que su palabra te duela y te
purifique, estate preparada para recibir la disciplina amorosa que viene de su Padre,
porque hoy sigue habiendo misericordia en el trono de la gracia, porque aun en
la infidelidad de la iglesia de este tiempo, el amor de Cristo sigue
permaneciendo, sus promesas siguen siendo reales. ¡Despierta iglesia y prepárate
para el gran día! El día en que el novio tendrá a su amada vestida, radiante,
preciosa. Iglesia lava tus vestidos, ponte guapa, porque el día de tu boda se
acerca, deja que el novio te prepare, te limpie las manchas, te santifique.
Despierta iglesia y prepárate para ser la novia más hermosa que ha existido en
la tierra.
AP
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