"Por esto el hombre
dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola
carne. Grande es este misterio, pero hablo con referencia a Cristo y a la
iglesia."
Desde pequeños nos
encontramos que hay cosas que son difíciles de comprender, situaciones que
nuestra mente no es capaz ni de procesar ni de asimilar, cosas misteriosas que
con los años llegamos a comprender o que quizá nunca lleguemos a saber de qué
se trata en realidad. Se dice que el ser humano utiliza entre un ocho y un doce
por ciento de su cerebro, esto claramente nos deja muy limitados y por lo tanto
incapaces de entender todo lo que debiéramos o seriamos capaces.
Y si en la tierra hay cosas
a las que no podemos dar explicación, cuanto más no ocurrirá con las cosas
celestiales, con lo relacionado con Dios. En la Biblia encontramos asuntos que
son de fácil interpretación, que son sencillos de comprender, otros en cambio
necesitan un estudio mucho más exhaustivo para poder llegar a tener una idea
real de su significado; por otra parte otros asuntos son de difícil comprensión
y que solo la iluminación del Espíritu Santo pueden dar luz, y otros, en cambio
simplemente son misterios. Y ante nosotros tenemos uno de estos misterios
"Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer,
y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio, pero hablo con
referencia a Cristo y a la iglesia."
El matrimonio en sí, no
podemos considerarlo ningún misterio, es sencillo de comprender, pero no lo es
tanto cuando hablamos de la iglesia y de Cristo, pero tampoco es mi objetivo
revelar un misterio que ni tan siquiera el apóstol fue capaz de comprender, ni
hacer un estudio exhaustivo sobre el mismo. Pero si que al leer sobre el
misterio me creo ciertas ideas que me dan ánimo. Me da ánimo saber que la
iglesia tiene un novio precioso que la ama y que busca lo mejor para ella, me
alegra entender que el destino de la iglesia no es estar para siempre en la
tierra sino que tiene un sitio y un propósito en la eternidad, que es la de ser
una sola carne junto con Cristo.
Y entender estas cosas y
pensar en ellas, me producen un deseo de decir, Señor ven pronto, porque no hay
mejor novio que Tú, porque nadie tiene tanto cuidado de nosotros como Tú lo
tienes, porque aunque el mundo se destruya tu amor por tu novia seguirá
vigente, porque tu amor es eterno y abundante, porque la eternidad contigo será
maravillosa. Señor ven pronto y no retardes tu venida, tu amada anhela ver tu
rostro y compartir una eternidad contigo. Grande es el misterio y mayor el
deseo de comprenderlo, no por intelectualismo, sino por disfrute, porque ¿qué
habrá mejor que estar en tu presencia? Señor ven pronto.
AP
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