Efesios 5:29-33 - Un misterio futuro



"Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio, pero hablo con referencia a Cristo y a la iglesia."

Desde pequeños nos encontramos que hay cosas que son difíciles de comprender, situaciones que nuestra mente no es capaz ni de procesar ni de asimilar, cosas misteriosas que con los años llegamos a comprender o que quizá nunca lleguemos a saber de qué se trata en realidad. Se dice que el ser humano utiliza entre un ocho y un doce por ciento de su cerebro, esto claramente nos deja muy limitados y por lo tanto incapaces de entender todo lo que debiéramos o seriamos capaces.

Y si en la tierra hay cosas a las que no podemos dar explicación, cuanto más no ocurrirá con las cosas celestiales, con lo relacionado con Dios. En la Biblia encontramos asuntos que son de fácil interpretación, que son sencillos de comprender, otros en cambio necesitan un estudio mucho más exhaustivo para poder llegar a tener una idea real de su significado; por otra parte otros asuntos son de difícil comprensión y que solo la iluminación del Espíritu Santo pueden dar luz, y otros, en cambio simplemente son misterios. Y ante nosotros tenemos uno de estos misterios "Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio, pero hablo con referencia a Cristo y a la iglesia."

El matrimonio en sí, no podemos considerarlo ningún misterio, es sencillo de comprender, pero no lo es tanto cuando hablamos de la iglesia y de Cristo, pero tampoco es mi objetivo revelar un misterio que ni tan siquiera el apóstol fue capaz de comprender, ni hacer un estudio exhaustivo sobre el mismo. Pero si que al leer sobre el misterio me creo ciertas ideas que me dan ánimo. Me da ánimo saber que la iglesia tiene un novio precioso que la ama y que busca lo mejor para ella, me alegra entender que el destino de la iglesia no es estar para siempre en la tierra sino que tiene un sitio y un propósito en la eternidad, que es la de ser una sola carne junto con Cristo.

Y entender estas cosas y pensar en ellas, me producen un deseo de decir, Señor ven pronto, porque no hay mejor novio que Tú, porque nadie tiene tanto cuidado de nosotros como Tú lo tienes, porque aunque el mundo se destruya tu amor por tu novia seguirá vigente, porque tu amor es eterno y abundante, porque la eternidad contigo será maravillosa. Señor ven pronto y no retardes tu venida, tu amada anhela ver tu rostro y compartir una eternidad contigo. Grande es el misterio y mayor el deseo de comprenderlo, no por intelectualismo, sino por disfrute, porque ¿qué habrá mejor que estar en tu presencia? Señor ven pronto.


AP

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