Efesios 6:1-4 – Una familia completa

"Hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre (que es el primer mandamiento con promesa), para que te vaya bien, y para que tengas larga vida sobre la tierra. Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en la disciplina e instrucción del Señor."

Diego se ha convertido en un tirano manipulador. Siempre fue un niño con mucho temperamento pero con la separación de sus padres y la mudanza a un municipio a diez kilómetros de su pueblo convivir con él se ha convertido en un auténtico infierno. Tras el cambio de residencia, Diego utiliza como excusa para no ir al instituto el no tener coche. Además, exige a su madre que le deje el vehículo para poder ver a sus amigos y poder cerrar sus negocios. De no hacerlo, su violenta reacción no se hace esperar. Diego comienza a gritar, a amenazar, a quitarle dinero, a dar patadas a las puertas… Además aprovecha el momento para culpar a sus padres de la situación. “El coche no me haría falta si viviera en El Rincón. Me has arrastrado de mi sitio de la infancia y lo más normal es que me digas que coja el coche, me vaya allí y disfrute." Su madre intenta que comprenda la situación pero Diego no escucha. "Tú sabes que me he visto obligada a hacerlo. No me chantajees", dice su madre, que es consciente de que hijo se aprovecha de la situación.  "No nos lo perdona. Es chantajista y dice que no me ayuda porque no vivimos en la otra vivienda, no estudia porque no está con sus amigos… Todo son chantajes", dice Silvia, que hace dos años se separó del padre de Diego, que cree que la obligación de su madre es atender a sus peticiones. "El deber de mi madre es dejarme las llaves del coche porque si me han traído del pueblo que vivía antes me lo tienen que dejar para que vaya."

Este es solo uno de los casos que podemos encontrar en el programa hermano mayor, una muestra de hasta qué punto hoy en día las familias españolas se han roto, este es uno ejemplo extremo, no todas las familias se encuentran en esta situación, pero más hacia la normalidad, esta situación no es tan extraña, más cerca del centro encontramos hijos que se rebelan a sus padres, padres que descuidan a sus hijos y lo peor, esto ya sucede incluso dentro de las mismas iglesias. Dios es muy claro al respecto "Hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre (que es el primer mandamiento con promesa), para que te vaya bien, y para que tengas larga vida sobre la tierra. Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en la disciplina e instrucción del Señor."

-       Para los hijos: La ley de Dios siempre ha sido buena, y como no, este mandamiento es básico para el buen funcionamiento de la iglesia. Hijos obedeced y honrar a vuestros padre. Lo que un padre puede amar más de su hijo, no son las buenas notas, no se trata de que sea guapo, ni siquiera de lo que pueda hacer o dejar de hacer en casa; un padre lo que más le satisface de su hijo es su obediencia. De igual manera, nuestro Padre celestial se deleita cuando sus hijos le obedecemos. Este es el principio básico del cristianismo, debemos obedecer a Dios y entonces, honraremos a nuestros padres en la tierra y esto traerá una gran promesa, la cual es real y verdadera, y Dios que no miente la cumplirá, seremos prósperos y nuestros días serán largos en la tierra.

-       Padres: Cuantos padres existen hoy en día que tienen abandonados a sus hijos, no hablo solo de abandono físico, hablo sobretodo de abandono espiritual y sentimental. Hijos que sienten que sus padres no les quieren, que se sienten una carga. Padres que no les han demostrado que son importantes, que están tan metidos en sus cosas que llevan a su hijo a airarse. Padres, cuidado, no enfadéis a vuestros hijos, no seáis más estrictos de lo necesario, no deis el amor que debierais dar a vuestros hijos a otras personas, no los tratéis con desigualdad. Amadlos, criadlos en la disciplina de la piedad, mostrándoles el camino a seguir para llegar a Cristo, disciplinándolos cuando sea necesario, hablándoles acerca de cómo Dios esta accesible, “enseña al niño el camino en que debe andar, y aun cuando sea viejo no se apartará de él.”

AP