Efesios 6:13-17 – Vestidos para la batalla


“Por tanto, tomad la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiéndolo hecho todo, estad firmes. Estad, pues, firmes, ceñida vuestra cintura con la verdad, revestidos con la coraza de la justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz; en todo, tomando el escudo de la fe con el que podréis apagar todos los dardos encendidos del maligno. Tomad también el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu que es la palabra de Dios.”

Cada evento social, cultural o del tipo que sea requiere que se cumpla un tipo de protocolo en todos los aspectos, pero sobretodo en la ropa. Nadie aparecería en la entrega de los Oscars con un chándal o saldría al campo vestido de traje y corbata, sería ilógico. De igual manera ningún soldado saldría a pelear una batalla sin estar correctamente preparado, sin llevar todo lo necesario para poder sobrevivir, porque cada día en el que un soldado no cae muerto, sin ninguna duda, se puede considerar una victoria.

¿Existe algún tipo de vestimenta especial en el mundo espiritual? Si, existe y cada uno de nosotros debiéramos llevarla de continuo puesta, ya que no sabemos en qué momento vendrá el enemigo para atacarnos, “Por tanto, tomad la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiéndolo hecho todo, estad firmes. Estad, pues, firmes, ceñida vuestra cintura con la verdad, revestidos con la coraza de la justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz; en todo, tomando el escudo de la fe con el que podréis apagar todos los dardos encendidos del maligno. Tomad también el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu que es la palabra de Dios.” Cada una de estas partes de la armadura es imprescindible, veamos cada una de ellas.

-       La cintura ceñida con la verdad: El cinturón es el instrumento que da sujeción al resto de elementos, es donde además el soldado puede envainar su espada y puede llevar cualquier tipo de elemento que pueda necesitar. Un buen soldado de Dios necesita que la verdad sea la que sujete todo su cuerpo, que la verdad le sostenga, “y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.” La verdad es Cristo.

-       Revestidos con la coraza de la justicia: La coraza cubre todo el pecho, es la que guarda al corazón de cualquier ataque enemigo, detiene cualquier arremetida que el soldado pueda sufrir. La justicia es la que nos libra, la que nos muestra el camino, la que impide que el corazón sufra, por eso Dios nos insta a “buscar primeramente el reino de Dios y su justicia” esta es la justicia de que debemos revestirnos.

-       Calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz: Los pies son básicos, es lo que hará que nos movamos rápidos o lentos, que estemos firmes. El evangelio de la paz es el objetivo del soldado, y tenerlo en los pies le ofrece firmeza, le hace andar hacia su objetivo sin dudar.

-       El escudo de la fe para apagar los dardos del maligno: Los ataques son muchos, los dardos que recibimos incontables, necesitamos un escudo para poder deternerlos, un escudo que nos libre. ¡Que mejor escudo que la fe! Un escudo que esta preparado para lo que venga, que detendrá cualquier ataque porque da seguridad de lo que vendrá, porque habla de nuestro salvador, de Jesucristo. Él es nuestro escudo, el que venció al enemigo en la cruz.

-       El yelmo de la salvación: El yelmo en la cabeza, donde encontramos nuestros pensamietnos, nuestras ideas, nuestros sueños. Al ponernos el yelmo de la salvación estamos haciendo que todo lo que hay en nuestra cabeza este a salvo gracias a la gran salvación que Cristo nos regaló en la cruz.

-       La espada del Espíritu que es la palabra de Dios: Este es nuestro ataque, nuestra arma, no tenemos una lucha carnal, es espiritual, y que mejor arma que la palabra de Dios, una espada que atraviesa el alma y convierte el corazón de las personas.


AP

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