"En Dios solamente espera en silencio mi alma; de Él viene mi
salvación. Sólo Él es mi roca y mi salvación, mi baluarte, nunca seré
sacudido."
Japón es uno de los países de
mayor movimiento y riesgo sísmico del mundo, por lo tanto deben actuar y
prevenir todos los posibles riesgos de cualquier terremoto. En marzo de 2011,
unos 380.000 japoneses se quedaron sin hogar y 21.000 ha muerto o desaparecieron
tras un terremoto y un posterior tsunami. Estas cifras son devastadoras, pero
en cualquier otro país del mundo habría sido muchísimo peor, Paloma Sabrini,
decana del colegio de arquitectos de Madrid declaró que en ningún otro lugar
del mundo un terremoto de magnitud 9 en la escala de Richter hubiera provocado
tan pocos daños. Para esto Japón se ha preparado mejor que nadie creando
estructuras flexibles, que admitan cierto grado de deformación, que puedan
vibrar e incluso desplazarse ligeramente.
¡Cuántos terremotos hay en
esta vida y cuantas personas caen y se derrumban por no tener unos buenos
cimientos! "En Dios solamente
espera en silencio mi alma; de Él viene mi salvación. Sólo Él es mi roca y mi
salvación, mi baluarte, nunca seré sacudido." El mundo nos ofrece
cimientos, pero cimientos inestables, que soportan bien los pequeños
terremotos, pero no están preparados para los grandes.
¡Cuántos terremotos sufrimos
cada día! Discusiones, enfados, accidentes de tráfico, desilusiones, despidos,
confrontaciones, separaciones, problemas económicos, muertes de familiares,
enfermedades, y pon el que se te ocurra. Terremotos que hacen que se tambalee
nuestra vida por completo, pero la realidad es que el problema no está en el
terremoto en sí, sino en los cimientos, cimientos llamados familia, dinero,
trabajo, iglesia, marido, mujer, hijo, hija, hermano, cimientos que caen,
cimientos débiles que en cualquier momento pueden caer y con su caída nuestra
la de nuestra vida. Este es el motivo por el que hay tantas depresiones, porque
llegan los terremotos y los cimientos son débiles y caemos.
Pero hay un cimiento que es
fuerte, un cimiento que no nos permitirá caer, es en Dios donde nuestro alma
puede descansar tranquilamente, Él es nuestra salvación, el cimiento fuerte, el
que no falla, el que aunque alrededor todo caiga Él permanecerá firme, en Él no
hay variación, no hay cambio, no hay error, solo seguridad. Espera en Dios,
toma su palabra como tu roca, la cruz como tu cimiento. Vendrán terremotos y te
mantendrás, porque Dios es nuestro baluarte.
AP
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