“Aclamad con júbilo a Dios, toda la tierra; cantad la gloria de su
nombre; haced gloriosa su alabanza. Decid a Dios ¡Cuán portentosas son tus
obras!”
El hombre ha sido creado para
admirar, para asombrarse ante cosas, personas, situaciones, etc. Todos tenemos
algo lo cual al mirarlo es capaz de hacernos perder la noción del tiempo,
lugar, de dejar nuestra mente en blanco y simplemente disfrutar de la belleza.
Me encantan los días de principio de primavera, cuando ya las primera flores
empiezan a florecer y la mitad de la tarde la temperatura es agradable, y
disfruto yendo a la playa, sentándome en la arena y observando el mar, no
necesito ningún libro, ninguna persona, nada, solamente quedarme embobado
viendo la grandeza del mar, la inmensidad de su extensión, la fuerza de sus
olas. Al ver esto recuerdo a Dios, y necesito alabarle, mi alma me lo pide,
porque cuando veo esta maravilla no puedo dejar de pensar en Dios.
Dios creó todo lo que existe para
hablar de Él mismo, todo lo que nos rodea habla de un creador, habla de un
diseñador, y el diseñador necesita mente para diseñar, una explosión no tiene
esa capacidad, Dios sí que la tiene. ¡Que identificado me puedo llegar a sentir
con las palabras del salmista! “Aclamad
con júbilo a Dios, toda la tierra; cantad la gloria de su nombre; haced
gloriosa su alabanza. Decid a Dios ¡Cuán portentosas son tus obras!”
Ver la creación, pensar en la
gracia de Dios, contemplar su majestad, disfrutar de su presencia, recordar sus
misericordias, experimentar salvación, sentirnos protegidos, ser amados, esto y
mucho más son oportunidades de admirar a Dios, de quedarnos embobados mirándole,
de disfrutar de lo que Dios es, de contar a todos los maravilloso que es Dios.
La alabanza debiera ser el centro de nuestra vida, porque hay demasiados
motivos para hacerlo, ciertamente tenemos más motivos de alabanza que de
petición.
Lo más importante de todo, Dios
lo merece, aun si no hubiera hecho nada por nosotros merecería ser alabado,
merecería ser admirado, porque es poderoso, porque es la luz que vence a las
tinieblas, porque es el testimonio de que existe algo mucho más grande que todo
lo que nos rodea, porque apoya sus pies en la tierra y nosotros somos como
hormigas ante Él. Dios es grande, es Santo, es Poderoso, es Digno de alabanza.
Nadie como nuestro Dios, alabémosle, cantemos la gloria de su nombre por toda
la tierra, asómbrate y grita a Dios ¡Que portentosas son tus obras!
AP
Qué maravillosa descripción de un padazo de cielo 🙏🌹❤️ azul acá en la tierra 🌍🏠
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