Salmo 70 - Salvación en medio de la crisis



"Más yo estoy afligido y necesitado; oh Dios, ven pronto a mí. Tu eres mi socorro y mi libertador; Señor, no te tardes."

Crisis, la palabra más utilizada en los últimos años en España, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, el país entró en una grave crisis económica, muchos perdieron sus puestos de trabajo, otros vieron como su salario fue rebajado, algunos vieron como los bancos reclamaban sus pisos por no poder pagar la hipoteca que habían firmado meses antes. ¿Pero es únicamente una crisis económica la que azota a los españoles? Por supuesto que no, la crisis más importante que sufre la ciudadanía española es la crisis moral y espiritual que nos invade. Cada vez más las leyes y decisiones crean una fuerte persecución a los seguidores de Cristo, leyes como el divorcio exprés, el matrimonio homosexual, la facilidad hacia el aborto, la libertad para dar rienda suelta a cualquier tipo de vicio, la falta de dureza ante la prostitución, el libertinaje sexual en la televisión.

Todo esto habla de la crisis espiritual y de valores que sufre la sociedad actual, una crisis que tristemente afecta cada vez más a los llamados seguidores de Cristo y que adaptan el mensaje bíblico a lo que la sociedad desea. Los valores cristianos han bajado su listón, cada vez más el pecado es más permitido y parece que todo vale. Hay una ofensiva espiritual por parte de Satanás contra aquellos que intentan seguir a Cristo, y ante esta situación solo queda una respuesta, clamar a Dios, clamar y decir "mas yo estoy afligido y necesitado; oh Dios, ven pronto a mí. Tú eres mi socorro y mi libertador; Señor, no te tardes."

¡Cuánto me recuerda esto a la Gran Bretaña de los siglos XVII y XVIII! Donde la moral estaba por los suelos, donde los bares y la prostitución estaban a la orden del día, donde las familias se destrozaban y el alcoholismo estaba por las nubes, una época de grave crisis espiritual. Pero en medio de esta situación Dios tuvo misericordia y ante el clamor de hombre como John Owen, George Whitefield, John Wesley entre otros, Dios decidió poner fin a esta crisis enviando un avivamiento que cambió los cimientos y la moral de todo un país. Se cuenta incluso que mineros que estaban acostumbrados a tratar mal a sus animales, al convertirse dejaron de hacerlo y tal era el cambio que los animales no respondían ante las buenas palabras.

¡Qué envidia siento cuando leo estas cosas! Necesitamos clamar y rogar a Dios  que nos salve y que envíe un avivamiento a nuestro país, nos equivocamos cuando pensamos que los políticos o la independencia pueden librarnos, lo que España necesita, al igual que otros muchos países en este mundo es que Dios derrame de su Espíritu y vuelva los corazones perdidos hacia el camino de la salvación. Debemos rogar a Dios que no tarde, debemos acogernos a sus promesas, a que "En los últimos días derramaré de mi espíritu sobre toda carne." Señor ten misericordia porque perecemos, porque la presión espiritual es cada vez mayor, porque el pecado se ha apoderado del país. Señor avívanos, no te olvides de nosotros, rescata a este país. Clamemos y busquemos a Dios, Él es nuestra salvación.


AP

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