“Te damos gracias, oh Dios, te damos gracias, pues cercano está tu
nombre; los hombres declaran tus maravillas.”
El otro día en una predicación
escuchaba el testimonio de un camionero que se convirtió. Este hombre estaba
acompañando a su mujer cuando en una reunión, mientras cantaban una canción
algo empezó a pasar en su corazón y este hombre grande físicamente empezó a
parecer un niño. El pastor después de la reunión habló con él, le presentó el
evangelio y lo aceptó sin dudarlo. Semanas más tardes se volvieron a encontrar
y el camionero explicaba como su vida había cambiado, contaba como hacía
tiempo, mientras conducía a un país europeo se encontró una tarjeta de crédito,
y dijo, esta es la mía. Utilizó esta tarjeta sin ningún remordimiento, ahorrándose
cientos de euros. En cambio desde su conversión la cosa había cambiado mucho,
explicaba que fue a tomarse un café y al pagar, la dependienta le dio unos
céntimos de más de cambio, salió del establecimiento, y cuando ya estaba a unos
metros, tuvo que volver porque su remordimiento no le permitía irse con este
dinero, y lo devolvió a la dependienta.
¡Que grande es nuestro Dios! ¡Qué
alegría ver como otros cuentas sus maravillas! Porque aunque nos fijemos en
tantas cosas que nos ocurren y que no nos parecen buenas, la realidad, es que
Dios es bueno. Podemos y debemos hacer nuestras las palabras del texto de hoy “te damos gracias, oh Dios, te damos
gracias, pues cercano está tu nombre; los hombres declaran tus maravillas.”
Recuerdo con mucha alegría cuando
era niño y los domingos por la tarde, al tratarse de reuniones de evangelismo
en la iglesia se dedicaban a contar testimonios, me gustaba escuchar lo que a
las personas que conocía les había pasado y como Dios había obrado y arreglado
la situación. Porque esta es la gran realidad, Dios está cercano, Él tiene
cuidado de nosotros, Él sigue haciendo maravillas, el problema está en que
nosotros, los hombres no le damos la importancia que debiéramos a las grandes
cosas que Dios hace.
Por eso, hoy, creo que es el día
de reivindicar la gratitud hacia Dios, no nos cansemos nunca de dar gracias a
Dios por todo lo que Él hace, hay motivos de sobras, hay demasiadas razones
para estar agradecidos con Dios, demasiados motivos para darle las gracias,
solo que salga el sol cada día ya es una de sus maravillas, cuando contamos
como nuestra vida cambió al conocerle, estamos contando la mayor maravilla que
hemos podido experimentar. Da gracias a Dios en todo momento, en toda situación
y por todas las circunstancias, porque Él sigue cercano y nos vayan bien o mal
las cosas, ¿no se merece el creador y gobernador de todo que le demos las
gracias?
AP
Tremendo hermano, hace un tiempo que vengo leyendo sus devocionales sobre el libro de los salmos y cada dia me dan algo que meditar durante todo el dia, que Dios bendiga su talento y solo a El sea la gloria, amen. Siga adelante hermanito.
ResponderEliminar(Juan desde Puerto Rico)