"No haya en ti dios ajeno, ni adores a dios extranjero."
Deportistas, cantantes, políticos,
trabajos, familia, amigos, marido, mujer, dinero, sexo, placer, hijos, hijas,
televisión, iglesia, ministerio y la lista podría son interminable. ¿Qué tienen
en común todas estas palabras? Todas ellas son buenas, incluso necesarias
algunas, pero todas tienen el riesgo de convertirse en un ídolo. ¿Qué es un
ídolo? Un ídolo no es más que una persona o cosa amada o admirada con
exaltación. Y cualquier cosa a la que nosotros amemos o admiremos con
exaltación se convierte en un ídolo y este ocupa el lugar de Dios.
Israel tuvo este gran defecto
durante toda su historia, era un pueblo infiel, un pueblo al que le encantaba
mezclarse con otros pueblos, una nación que no dudaba en ir tras ídolos
paganos, que rápidamente cambiaba a su Dios por cualquier otro dios. Israel la
adúltera, Israel la infiel, Israel la enamoradiza, Israel la idólatra. El
pueblo escogido que dio tantas veces la espalda a quien les escogió. Dios les
dio un aviso grave "no haya en ti
dios ajeno, ni adores a dios extranjero." Pero ellos siguieron su
propio camino, siguieron a otros dioses y se olvidaron del único Dios.
Este fue el gran defecto de
este pueblo, su facilidad para irse tras otros dioses, ¿ocurrirá hoy lo mismo
con la iglesia? Tristemente debemos decir que sí. La iglesia de hoy en día es
una iglesia infiel, una iglesia que sigue relacionada con Dios, pero que
también se relaciona con otros, una iglesia obsesionada con el dinero, una
iglesia que idolatra a cantantes y predicadores, una iglesia superficial que se
fija demasiado en lo externo olvidando el corazón.
La iglesia de hoy en día, al
igual que Israel, es una iglesia que se ha mezclado en el mundo, que se ha
contaminado, que sus miembros tienen corazones idólatras, donde familia, dinero
o trabajo son más importantes que obedecer a Dios, una iglesia que se ha
adaptado a los tiempos y no dudan en comprar y vender en negro, que no importa
demasiado si los actos son buenos o malos, mientras nadie se dé cuenta, la iglesia
de la careta, la iglesia idólatra y que aún cree que lo que hace es correcto.
La iglesia de hoy necesita
Josías que se conviertan, que rompan sus vestidos y quiten los ídolos que se
han levantado, tú estás llamado a hacerlo, comienza por tu corazón, ¿hay algún
ídolo? ¿Adoras a alguien en lugar de Dios? es de vital importancia que pongamos
freno a esto, que derribemos nuestros altares y Dios sea el único ídolo al que
adoremos y el único Dios al que sirvamos
AP
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