1ª Pedro 1:3-5 - Admirable misericordia



"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, para obtener una herencia incorruptible, inmaculada, y que no se marchitará, reservada en los cielos para vosotros, que sois protegidos por el poder de Dios mediante la fe, para la salvación que está preparada para ser revelada en el último tiempo."

A todos nos gusta recibir regalos, y ahora que se acerca la época de la Navidad más que nunca los comercios se frotan las manos y se preparan para la mayor época de ventas junto a las rebajas. En esta época es cuando a los niños más se les recalca que solamente si han sido buenos durante el año es que recibirán regalos, sino recibirán carbón. La realidad es que tanto si han sido buenos como si no lo han sido tanto, ellos recibirán sus regalos.

Esto se llama misericordia, que alguien que no se lo merezca reciba un regalo aun cuando sus acciones han sido malas. En realidad la misericordia esta mucho más visible que este simple ejemplo, las segundas oportunidades laborales, relacionales o amorosas muestras misericordia. La capacidad de dejar de mirar el error y de restituir. Si tuviese que definir la relación de Dios con los hombres, sin duda la palabra que mejor la expresaría es la de misericordiosa. Por eso Pedro, que lo había comprendido escribe estas palabras, "bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, para obtener una herencia incorruptible, inmaculada, y que no se marchitará, reservada en los cielos para vosotros, que sois protegidos por el poder de Dios mediante la fe, para la salvación que está preparada para ser revelada en el último tiempo."

El hecho de respirar ya es un acto divino de misericordia, pero Dios, que no es un Dios escaso, sino abundante, no ha querido únicamente tener misericordia durante un corto tiempo, sino que su misericordia supera los límites del tiempo y de la capacidad humana y nos lleva a vivir eternamente. Esta es una misericordia inigualable, ningún ser humano podrá igualarla jamás, y nosotros que somos miserables hemos sido alcanzados por este amor vestido de misericordia.

Y la misericordia produjo en nosotros algo que viene directamente de Dios, la fe. Fe para creer en Jesús con el único Hijo de Dios capaz de perdonar todas nuestras ofensas y es a partir de Cristo que recibimos la herencia que nos habla Pedro "una herencia incorruptible, inmaculada, y que no se marchitará, reservada en los cielos para vosotros." Las herencias en la tierra se agotan, el dinero se gasta, los pisos y casas sufren accidentes y los bienes materiales acaban agotándose, pero en cambio la herencia del Padre que vive en el cielo no se estropea, es una herencia eterna y perfecta, no tiene lado negativo.

¡Admirable misericordia! Esta es la que no solo nos ha dado vida eterna, sino la esperanza y un verdadero motivo por el que levantarnos cada mañana, esta debiera ser nuestra razón de vivir, el hecho de que la misericordia de Dios haya llegado a nosotros y siendo malos nos haya dado el mayor regalo que podíamos recibir, la salvación de nuestra alma.


AP

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