Josué 17 - Trabajando en la herencia



"Y habló Josué a la casa de José, a Efraín y a Manasés, diciendo: Eres un pueblo numeroso y tienes gran poder; no te tocará sólo una suerte, sino que la región montañosa será tuya. Porque aunque es bosque la desmontarás, y será tuya hasta sus límites más lejanos; porque expulsarás a los cananeos, aunque tenga carros de hierro y aunque sean fuertes."

El carácter español, y además es algo de lo que solemos jactarnos es de ser pillos, exaltamos a aquellos que han sido listos y han tomado decisiones, en ocasiones rozando la ilegalidad pero que han logrado su objetivo con un menor esfuerzo. Esta es la cuna de la corrupción, si puedo pagar cosas sin IVA, para que las voy a pagar con impuestos, si puedo tener empleados sin cotizar, para que voy a gastar dinero en ellos, si puedo aprobar copiando, para que voy a estudiar, si puedo escaquearme del trabajo y que un compañero me cubra, para que voy a trabajar. Los casos son infinitos, no tiene fin, nos encanta hacer las cosas para lograr nuestro objetivo pero con el menor esfuerzo posible. Esta es tristemente parte de la naturaleza de los que vivimos en España, donde el gamberro, el que saca malas notas y el vago es exaltado por lo "listo" que es mientras que los que hacen bien las cosas son los pobrecitos tontos.

Estamos acostumbrados a conseguir todo por la vía rápida, a llegar a nuestro objetivo intentando hacer el menor esfuerzo posible, pero esto no es lo correcto. Algo así pasaba con la casa de José: "Y habló Josué a la casa de José, a Efraín y a Manasés, diciendo: Eres un pueblo numeroso y tienes gran poder; no te tocará sólo una suerte, sino que la región montañosa será tuya. Porque aunque es bosque la desmontarás, y será tuya hasta sus límites más lejanos; porque expulsarás a los cananeos, aunque tenga carros de hierro y aunque sean fuertes."

En ocasiones para lograr metas necesitamos trabajar más que los demás, a veces Dios no escurre a unos más que a otros, y hay veces que toca adentrarse en regiones peligrosas para llegar a alcanzar lo que Dios quiere darnos, a veces hay que dar pasos con la luz apagada o ir a sitios en los que nunca pensaríamos que podríamos llegar a estar, bosques en los que debemos adentrarnos y enemigos a los que enfrentarnos.

Dios tiene un plan trazado, con unos lo llevará a cabo de una forma y con otros de otra, mientras que a uno le dará una iglesia de miles de miembros y que crecerá sin prácticamente hacer nada, a otros les pondrá a pastorear iglesias de diez personas las cuales no llegarán a crecer. ¿Acaso será uno mejor que otro? ¿Será mejor pastor uno que otro? Puede ser que sí, pero también puede ser que Dios haya querido darle a uno un talento y a otro diez y los dos lo hayan puesto igualmente a trabajar. Cumplir el plan de Dios tanto si hay grandes resultados, como si no los hay implica adentrarse en el bosque y ampliar el terreno, luchar contra fuertes enemigos, pero sabiendo algo, el que nos envía no nos dejará caer.


AP

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