Josué 21 - Ahora descansa



"Y el Señor les dio reposo en derredor, conforme a todo lo que había jurado a sus padres; y ninguno de sus enemigos pudo hacerles frente; el Señor entregó a todos sus enemigos en sus manos. No faltó ni una palabra de las buenas promesas que el Señor había hecho a la casa de Israel; todas se cumplieron."

El ser humano tiene un instinto de mejora continua que se puede ver a lo largo de la vida, es difícil que estemos contentos con lo que tenemos, siempre queremos mejorar, siempre queremos un mejor coche, una mejor casa, ser mejores en el trabajo, un sueldo mayor, necesitamos esforzarnos en mejorar y conseguir metas mayores cada vez. Hay una frase acerca de la felicidad que dice, "Se feliz con lo que tienes, mientras persigues lo que deseas"; el gran problema es que normalmente perseguimos lo que deseamos a nivel físico, material, sentimental y espiritual pero no somos capaces de ser felices con lo que tenemos.

Esto ocurre cuando logramos un objetivo y no somos capaces de pararnos y disfrutar de él, siempre necesitamos más, ir un paso adelante. Tras la conquista de la tierra y el reparto de la misma Israel descansó, "y el Señor les dio reposo en derredor, conforme a todo lo que había jurado a sus padres; y ninguno de sus enemigos pudo hacerles frente; el Señor entregó a todos sus enemigos en sus manos. No faltó ni una palabra de las buenas promesas que el Señor había hecho a la casa de Israel; todas se cumplieron."

¿Cuándo fue la última vez que reposaste y fuiste feliz con lo que tenías? No hablo que no tengamos que tener expectativas, al contrario, pero cuando las expectativas nos producen infelicidad pecamos contra Dios, cuando no somos capaces de que nuestra alma se alegre por los beneficios que Dios nos da, nuestros hechos y palabras atentan directamente contra Dios diciéndole que está haciendo mal las cosas. ¿Qué necesitas para ser feliz?

Podríamos dar muchas respuestas a esto, pero ninguna nos aportaría la felicidad, excepto una, descansar en Dios, esta es la verdadera felicidad, aquí es donde podemos ser felices con lo que tenemos mientras buscamos la mejoría, porque sabemos que igual que hizo con Israel, también con nosotros cumplirá sus buenas promesas, no fallará ni se olvidará. Descansa, reposa, no te afanes, confía en Dios, deja tu carga a sus pies y no te preocupes. Igual que un niño no se preocupa de la comida porque sabe que sus padres se la darán, no nos preocupemos nosotros, puesto que Dios nos dará más aun de lo que necesitamos o queremos.


AP

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