"Esforzaos, pues, en guardar y en hacer todo lo que está escrito
en el libro de la ley de Moisés, para que no os apartéis de ella ni a la
derecha ni a la izquierda, a fin de que no os juntéis con estas naciones, las
que quedan entre vosotros. No mencionéis el nombre de sus dioses, ni hagáis a
nadie jurar por ellos, ni los sirváis, ni os inclinéis ante ellos, sino que al
Señor vuestro Dios os allegaréis, como lo habéis hecho hasta hoy."
La muerte de una persona
querida es un momento difícil para aquellos que le han acompañado durante su
vida, pero si además esta persona es un referente para el resto y es un líder y
un referente, sin duda la perdida es mayor. La sensación de soledad y pérdida
de identidad puede comenzar a aparecer en las personas y grupos realmente cohesionados
puedes empezar a desquebrajarse si nadie toma el mando de un modo parecido a
como estaban hasta ahora.
Llegamos al momento en que
Josué está próximo a su muerte, sus días se acaban y su vida se acorta en gran
manera, se está acabando la vida de aquel que se había convertido en un
referente en todo un pueblo, en la persona que había llevado a Israel a
convertir su sueño en realidad, y ante su momento de partida deja un último
mensaje, "esforzaos, pues, en
guardar y en hacer todo lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés,
para que no os apartéis de ella ni a la derecha ni a la izquierda, a fin de que
no os juntéis con estas naciones, las que quedan entre vosotros. No mencionéis
el nombre de sus dioses, ni hagáis a nadie jurar por ellos, ni los sirváis, ni
os inclinéis ante ellos, sino que al Señor vuestro Dios os allegaréis, como lo
habéis hecho hasta hoy."
Llegará el día en que aquellos
que han sido referentes en nuestra vida, ya sea porque mueran, o cambien de
vivienda o simplemente dejen de serlo provocarán que nosotros tengamos que
empezar a andar solos en nuestra vida, sin nadie que nos lleve de la mano, sin
nadie que nos diga que hacer o que decir. En este momento creo que las palabras
pronunciadas por Josué son un buen consejo para vivir. El pueblo tenía que
empezar a caminar solo y sin duda el mejor consejo que podían darle era seguir
los mandatos de Dios y no mezclarse con otros pueblos.
Este es un gran consejo para
el cristianismo hoy en día, la presión exterior es mucha, la sociedad nos
envuelve y trata de encaminarnos hacia su verdad y todo lo que no sea leer la
Biblia, amarla y vivirla producirá en nosotros desviaciones en el camino que
andemos, nos llevará a mezclarnos y a participar de aquellas cosas que producen
rechazo por parte de Dios y lo veremos cómo normal. Es el momento de caminar
solos, de demostrar madurez y seguir los preceptos de la Biblia, teniendo en
cuenta que la motivación no debiera ser cumplir simplemente los preceptos, sino
que tras esto debiera estar el amor a Dios incondicional.
AP
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