Josué 8 – Mensaje original



"Después Josué leyó todas las palabras de la ley, la bendición y la maldición, conforme a todo lo que está escrito en el libro de la ley. No hubo ni una palabra de todo lo que había ordenado Moisés que Josué no leyera delante de toda la asamblea de Israel, incluyendo las mujeres, los niños y los forasteros que vivían entre ellos.”

Manipular a una persona y convencerla de que tus opiniones son las correctas no es tan excesivamente difícil, sobre todo cuando se trata de religión. Es fácil convencer a alguien que asista a un lugar donde todo será bonito, donde sus problemas se acabarán y donde ya no habrá más dolor. En realidad esto es lo que ofrecen sectas, curanderos, tarotistas y demás que o bien son farsantes o bien están a disposición de Satanás. Es fácil convencer dando recompensas, ¿pero qué pasa cuando se dice toda la verdad? ¿Se puede presentar una verdad a medias para aumentar un número de personas?

Claramente la respuesta a esto es que no. En este capítulo encontramos a Josué que tras una gran estrategia ha llevado, gracias al apoyo de Dios, a Israel a la victoria. Tras vencer hacen un gran culto ofreciendo sacrificios de paz y alabanza a Dios, y es aquí cuando "Después Josué leyó todas las palabras de la ley, la bendición y la maldición, conforme a todo lo que está escrito en el libro de la ley. No hubo ni una palabra de todo lo que había ordenado Moisés que Josué no leyera delante de toda la asamblea de Israel, incluyendo las mujeres, los niños y los forasteros que vivían entre ellos.” Hay dos aspectos que podemos destacar de lo que hizo Josué.

-       Josué habló toda la verdad: Este punto no es solo para aquellos que predican en un púlpito, ni siquiera es exclusivo de quienes evangelizan en su día a día, es para todos. Nos dice el texto que “Josué leyó todas las palabras de la ley, la bendición y la maldición”. Esto nos habla de la importancia de hablar todo el consejo de Dios, quitar partes de la Biblia o no tratarlas por ser difíciles o por no querer molestar a quien escucha es un serio error, es una manipulación de la verdad divina. Hablar de lo bonito de la salvación y no hablar del infierno es una manipulación impresentable. Debemos conocer a Dios en su total plenitud, en cuanto a lo bueno y a lo que no nos gusta.

-       Josué no “protegió” a nadie: En ocasiones nos volvemos demasiado protectores con los más pequeños, intentamos evitar que no vean películas de miedo, que vean escenas de sexo en televisión, que no presencien peleas y discusiones, pero en ocasiones sin darnos cuenta hacemos lo mismo en cuanto a las cosas de Dios. Josué leyó todo lo escrito “incluyendo las mujeres, los niños y los forasteros que vivían entre ellos.” No hay mayor protección que podamos dar a nuestros niños que presencien el poder de Dios, no hay nada que pueda enamorar más a un niño de Jesús que verle tal y como es, que comprenda lo que Cristo sufrió en la cruz. No debiéramos protegerles de la verdad, porque la ignorancia hará que tarde o temprano huyan de alguien que ha sido demasiado poco atractivo por la manera en que hemos presentado a Jesús.

AP


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