"Apártese del mal, y haga el bien; busque la paz, y sígala. Porque
los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones;
pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal. ¿Y quién es
aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien?"
Antonio, un padre de familia,
cierto día, cuando regresaba del trabajo, se encontró con un embotellamiento de
tráfico y notó que un señor conducía impacientemente, cortándole el paso a todo
el que podía al tratar de abrirse paso entre los vehículos. Cuando se aproximó
al coche de Antonio, se le atravesó de una manera tan brusca que por poco
tienen un accidente. En ese momento, Antonio tuvo deseos de insultarlo e
impedirle el paso, pero luego pensó: -¡El pobre! Está tan nervioso y apurado...
¡Quizá tiene un problema serio y necesita llegar cuanto antes a su destino! Con
estos pensamientos, detuvo por completo su coche y lo dejó pasar. Al llegar a
casa, Antonio recibió la noticia de que su hijo de tres años había sufrido un
grave accidente y había sido llevado al hospital por su esposa. Inmediatamente
se dirigió al hospital; al llegar, su esposa corrió a sus brazos y lo
tranquilizó diciéndole: Gracias a Dios todo está bien. El médico llegó justo a
tiempo para salvar la vida de nuestro hijo; ya está fuera de peligro. Aliviado,
Antonio pidió hablar con el médico para darle las gracias. Cuál no sería su
sorpresa cuando vio que el médico era ese señor nervioso y apurado a quien le
había cedido el paso casi una hora antes.
Las acciones que tomamos y las
decisiones que llevamos a cabo suelen tener consecuencias, en ocasiones
favorables y otras negativas, pero la realidad es que la vida siempre nos
ofrece la posibilidad de hacer bien o hacer mal las cosas, y ante esta verdad
Pedro nos ofrece una reflexión importante, "apártese
del mal, y haga el bien; busque la paz, y sígala. Porque los ojos del Señor
están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones; pero el rostro del
Señor está contra aquellos que hacen el mal. ¿Y quién es aquel que os podrá
hacer daño, si vosotros seguís el bien?"
Esta es una buena premisa para
reflexionar sobre cómo hemos estado viviendo este año que llega a su fin, se
aproxima el momento de hacer balance, de mirar hacia atrás y de preparar los
propósitos del nuevo año, propósitos que estarán llenos de esperanzas y de
sueños los cuales probablemente marcarán nuestra manera de vivir el nuevo año.
Pero echando una mirada atrás las palabras de Pedro debieran hacernos
reflexionar, ¿hemos vivido apartándonos del mal? ¿Hemos hecho el bien? ¿Hemos
buscado la paz y la hemos seguido? Estás preguntas nos pueden ayudar a saber cómo
hemos vivido la vida durante el 2015 en relación con el reino de los cielos.
Es posible que hayamos
fracasado, quizá no hemos logrado los objetivos que nos habíamos marcado, es
probable que muchas veces no nos hayamos apartado del mal, sino que lo hayamos
buscado, que en lugar de hacer el bien, lo hayamos pasado por alto, quizá
hayamos buscado la paz y puede que incluso la hayamos encontrado, pero a lo
mejor no es la mejor paz que podríamos tener. El pasado ya no importa, aunque
siempre tiene consecuencias, lo importante realmente ahora es lo que hagamos a
partir de hoy, huyamos del mal, amemos el bien, busquemos la paz de Dios y sigámosla,
con pasión, sabiendo que todo lo que viene de Dios es incomparable.
AP
Buena paráfrasis muy correcta . Los leí dese Chiapas México salud y paz
ResponderEliminar