"Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que en medio de
vosotros ha venido para probaros, como si alguna cosa extraña os estuviera
aconteciendo; antes bien, en la medida en que compartís los padecimientos de
Cristo, regocijaos, para que también en la revelación de su gloria os
regocijéis con gran alegría. Si sois vituperados por el nombre de Cristo,
dichosos sois, pues el Espíritu de gloria y de Dios reposa sobre vosotros.
Ciertamente, por ellos El es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. Que
de ninguna manera sufra alguno de vosotros como homicida, o ladrón, o
malhechor, o por entrometido. Pero si alguno sufre como cristiano, que no se
avergüence, sino que como tal glorifique a Dios."
En todas las clases de
colegios hay tres tipos de personas que se les reconoce por donde estaban
sentados. En primera fila se sentaban los que mejores notas sacaban y más
obedecían en las clases, todos los profesores les hubiesen encantado tener una
clase llena de estos, nunca daban problemas y eran los preferidos. Hacia la
mitad se sentaban aquellos que no eran los más buenos, pero tampoco se portaban
mal, no solían dar muchos problemas, pero sus notas y su inteligencia no eran
tan alta como los que se sentaban delante, a muchos de estos, incluso les
costaba aprobar y les daban lástima a los profesores, porque a veces incluso se
esforzaban, pero sus esfuerzos no tenían recompensa, sin duda eran la mayoría
de la clase. Por último había una minoría que se sentaban al final, eran los
que no solo sacaban malas notas, les gustaba que así fuera, estos cada vez que
pasaba algo malo sus nombres salían a relucir, pasaban más tiempo en el pasillo
o en el despacho del director que en clase, eran los más gamberros y el
tormento de cualquier profesor que quisiera enseñar, siempre estaban metidos en
líos.
Pedro también hace una
categorización, de primeras nos afirma que
vamos a tener problemas, que es algo normal, lo cual sin duda desmiente
la herejía que a los hijos de Dios todo les debe ir bien, "amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que en medio de
vosotros ha venido para probaros, como si alguna cosa extraña os estuviera
aconteciendo; antes bien, en la medida en que compartís los padecimientos de
Cristo, regocijaos, para que también en la revelación de su gloria os
regocijéis con gran alegría." En otras palabras, no os agobiéis con
vuestros problemas, pensad que Cristo ya ha pasado por lo mismo y se compadece
de vosotros, alegraos porque llegará el día, en que Cristo volverá y vuestra
alegría será inmensa.
Y en esta categorización nos
da un aviso, sobretodo no seáis de los que os buscáis los problemas, "si sois vituperados por el nombre de
Cristo, dichosos sois, pues el Espíritu de gloria y de Dios reposa sobre
vosotros. Ciertamente, por ellos El es blasfemado, pero por vosotros es
glorificado. Que de ninguna manera sufra alguno de vosotros como homicida, o
ladrón, o malhechor, o por entrometido. Pero si alguno sufre como cristiano,
que no se avergüence, sino que como tal glorifique a Dios." Pedro nos
está queriendo decir que busquemos evitar los problemas, que no los busquemos
nosotros, alegraos por los que tenéis porque llegará el día en que estéis muy
gozosos, pero si vienen que no sean por vuestra culpa. Debemos ser
irreprochables, que si sufrimos únicamente sea por la causa de Cristo, por nada
más, no por nuestras malas acciones. Vivamos huyendo de los problemas que
nosotros mismos nos podemos causar y caminemos dignamente el camino de Cristo.
AP
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